Un ultra del Sporting de Gijón ha sido condenado a dos años y tres meses de cárcel y al pago de una indemnización de 18.000 euros por las lesiones causadas a un vigilante de seguridad tras el partido disputado con el Córdoba en el estadio de El Molinón el 11 de mayo de 2013.
El ultra, que ha sido absuelto de varios delitos más de lesiones y contra el orden público, fue juzgado junto a otros seis ultras del equipo gijonés, que han quedado absueltos de todas las acusaciones de lesiones, desórdenes públicos y resistencia a la autoridad que pesaban sobre ellos.
Según refleja la sentencia del Juzgado de lo Penal número 3 de Gijón, el ultra condenado arrancó uno de los asientos del estadio y se lo lanzó a los policías que había dentro del campo, pero sin llegar a provocarles daños.
Posteriormente, tras salir y lograr entrar de nuevo en las dependencias del estadio junto a otros dos ultras, agredió a un vigilante de seguridad que se encontraba en el interior del garaje del complejo deportivo.
En concreto, el ultra golpeó al vigilante cuando éste estaba de espaldas y como consecuencia del impacto le fracturó el hueso nasal, lesiones de las que tuvo que ser intervenido en dos ocasiones y que le impidieron trabajar durante 170 días.
Los otros dos ultras que le acompañaban también agredieron y provocaron daños a otro vigilante, al que deberán pagar de forma conjunta una indeminzación de 600 euros.
Los incidentes tuvieron lugar al término del encuentro entre el Sporting y el Córdoba, cuando varios ultras intentaron llegar hasta los coches que la directiva, plantilla y cuerpo técnico tenían aparcados en el interior del estadio.
Con anterioridad, la Policía Nacional había tenido que desalojar la zona en la que se suele ubicar la peña Ultra Boys ante la negativa de algunos aficionados de abandonar el campo en una jornada en la que cientos de aficionados habían abucheado a la directiva del club por la gestión deportiva y económica que estaban llevando a cabo.
La afición exteriorizaba así su malestar por la mala marcha del equipo esa temporada, durante un partido intrascendente ante el Córdoba en el que los locales golearon 3-0 a los andaluces.