El sector de la seguridad privada en España facturó 3.980 millones de euros en 2015, un 3,2 % más que el año anterior, debido al "mejor comportamiento" de la contratación pública y al repunte del consumo de los hogares, según un informe sectorial publicado hoy por la consultora DBK.
El incremento de la cifra de negocio en 2015 contrasta con la caída del 0,5 % de la facturación del sector en 2014, lo que para la consultora supone un "inicio de cambio de tendencia", tras acumular varios ejercicios de fuertes caídas desde el estallido de la crisis, en especial en la división de vigilancia.
La consultora prevé que el sector mantenga una tendencia de "moderado crecimiento" en los próximos dos años, con una tasa de variación media anual en el entorno del 3 %, por lo que el mercado podría llegar a facturar 4.115 millones de euros en 2017.
Por áreas de actividad, la vigilancia se situó como la división de mayor negocio, hasta alcanzar los 2.445 millones (un 3,2 % superior a 2014), seguido de la instalación, mantenimiento y conexión de sistemas de seguridad (1.150 millones y un 3,4 % más) y el transporte de fondos (295 millones y un 2,4 % más).
El repunte del sector de vigilancia, que acumula una cuota del 62,8 % del mercado total, contrasta con la tendencia negativa que se vivió en el periodo 2009-2014, en el que se llegaron a registrar descensos de hasta el 8,05 % en 2012, el mayor de todo el periodo, según la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser).
A cierre de 2015, en España operaban 1.543 empresas de seguridad en las que trabajaban un total de 239.095 vigilantes, aunque los cinco operadores líderes concentraron el 53,7 % del mercado.