El sindicato penitenciario Acaip afirma que la seguridad privada supone duplicar el coste que supondría mantener en estos puestos a guardias civiles
El principal sindicato penitenciario, Acaip, ha elaborado un informe que refleja que la seguridad privada en las cárceles supone duplicar el coste que supondría mantener en estos puestos a guardias civiles. De este modo, extrapolando los datos que maneja la central, se estima que el Ministerio del Interior destina unos 30.000 euros mensuales por la vigilancia privada del centro penitenciario de A Lama.
En la prisión pontevedresa, se han habilitado dos puestos de seguridad privada que «deberán ser cubiertos durante las veinticuatro horas del día y todos los días de la semana». Esto implica que estén rotando una serie de turnos que, a la postre, suponen «entre ocho y diez vigilantes por cárcel», refiere el informe.
El documento es concluyente al señalar que cada uno de estos profesionales supone un coste de «3.233 euros al mes, una cantidad muy alejada de los 1.100 euros del salario medio de un guardia de seguridad -1.350 euros por doce horas/diarias- y de los 1.600 de un agente de Policía Nacional».
Acaip desveló que Interior ha pagado, en los nueve meses de experiencia piloto, 7,39 millones de euros a ocho empresas por los 254 empleados que se han distribuido por 21 cárceles.
En principio, estos vigilantes llevan a cabo funciones muy concretas y complementarias a las de los agentes del instituto armado. No obstante, el sindicato advirtió de que «el Gobierno tiene claro, viendo los datos del resto de países de la Unión Europea, que aquí sobran policías y faltan vigilantes privados». Matizaron que la media española es de 528 funcionarios públicos de cuerpos de seguridad del Estado por cada cien mil habitantes, mientras que en Europa la ratio es de 385. Por su parte, la media española de vigilantes privados es de 195 frente a los 271 de Europa.
El sindicato Acaip considera que se duplica el gasto de emplear guardias civiles Advierten de que el Gobierno piensa que «sobran policías y faltan vigilantes»