Los vigilantes, que comparecieron como denunciantes, acusan al matrimonio de «intento» de hurto de un salchichón de 3 euros y lesiones - Aseguran que trasladaron a los clientes a un cuarto para realizar una «revisión exhaustiva»
D. PAMIES 29.01.2014 | 09:55
Uno de los vigilantes de la gran superficie de Torrevieja ayer, tras declarar como denunciantes ante el juez. Después lo harán como denunciados. LOINO
Son ellos los agredidos, aseguran. Los dos vigilantes de seguridad denunciados por golpear supuestamente a un matrimonio francés en una gran superficie de Torrevieja, unos hechos que el hijo mayor de la pareja pudo grabar, declararon ayer en el juzgado de Instrucción 2 de Torrevieja, pero en calidad de denunciantes. Los guardias aseguraron que esta familia de turistas «intentó» hurtar un salchichón de tres euros y que fueron ellos los agredidos, según explicó la abogada de los ciudadanos franceses. En la denuncia presentada por Jeanine Alice Naud y Jean Louis Naud especifican que después de hacer una compra en Carrefour el pasado 30 de diciembre y pagar, sonó la alarma siendo la mujer registrada por los guardias sin hallarle nada. A continuación fueron conducidos a una habitación en la que estuvieron retenidos durante tres cuartos de hora y donde sufrieron «vejaciones y golpes» por parte de los vigilantes delante de sus dos hijos, de 13 y 5 años. Fue el mayor de ellos quien grabó con su móvil la violenta escena mientras el pequeño la presenciaba llorando y entre gritos. Las imágenes fueron aportadas como prueba además de tener una gran repercusión mediática tras su difusión.
Los vigilantes, que para fundamentar su denuncia por supuesto hurto y lesiones se remiten a un atestado de la Guardia Civil de 80 páginas, según la letrada, aseguraron que el padre, la madre y los dos menores fueron trasladados a un cuarto para realizar nuevas
comprobaciones, ya que tras el registro no habían encontrado ningún objeto sustraído y una vez allí (en una de las escasas dependencias del centro sin videovigilancia y que uno de ellos denominó ayer como «sala de atención al cliente») comprobaron que no llevaban nada y «les pidieron disculpas». Pero es ese momento, según asegura la letrada que declararon, «la señora empieza a escupirles», lo que les obligó a intervenir esposándoles durante media hora. La letrada agregó que en ningún momento llamaron a un traductor, dado que la familia no hablaba español, ni a una guardia de seguridad femenina para el cacheo a la mujer. «Ellos, los vigilantes, reconocen que no les encuentran nada (al matrimonio francés) pero que la intención del señor (por el padre de familia) era sustraer un salchichón que en un momento dado devuelve a la estantería porque se arrepiente, y paga el resto de la compra». La abogada de la pareja mantiene que es algo que su cliente «ha explicado hasta la saciedad» y que ese cambio de opinión respecto a una compra ocurre a diario.
Aseguran, según la abogada, que revisan «a la señora porque cuando pasa por el arco de seguridad pita". La mujer llevaba una placa de alarma en uno de sus zapatos», sin que los vigilantes, que serán llamados como denunciados más adelante, explicaran ayer su origen ni por qué no sonó al acceder la mujer al centro. Ayer acudieron a declarar también como testigos la cajera que atendió a la familia, quien afirmó que su comportamiento fue normal y que pagaron toda la compra, la responsable de la sala de videovigilancia del centro y otro vigilante que custodiaba el aparcamiento. El letrado de Casesa, la empresa de seguridad, personado y presente en el interrogatorio de ayer, no quiso realizar ningún tipo de declaración, al igual que los vigilantes.