La jueza de Instrucción número 1 de Palma, Ana Cameselle, ha absuelto a un vigilante de seguridad de la estación Intermodal de Palma de una falta de lesiones tras la denuncia de una pasajera a la que obligó a volver a atravesar los tornos de seguridad porque se había colado sin pagar billete.
Ante las versiones contradictorias de la supuesta víctima y del vigilante sobre lo que ocurrió la mañana del 28 de agosto de 2013 en la que sucedieron los hechos, la magistrada ha absuelto al guardia de seguridad al no existir pruebas objetivas que le permitan decantarse por el relato de la mujer, que dijo haber sido agredida.
La jueza considera probado que la mujer, que había circulado en tren sin billete desde Marratxí, cuando trató de colarse detrás de otra persona para franquear los tornos de salida en la estación de Palma, fue advertida por el vigilante de seguridad que la conminó a que volviera a entrar en el recinto y pagara el billete.
La mujer se negó, alegando que tenía mucha prisa, fue obligada por el guardia a atravesar los tornos y recibió un golpe de las puertas automáticas que le causaron contractura muscular lumbar y erosiones en los antebrazos.
En el juicio, la mujer acusó al vigilante de golpearle las piernas, algo que el guardia negó ya que según él, la mujer se provocó ella misma las lesiones al colarse y ser golpeada por las puertas automáticas.
La jueza asegura que la versión del vigilante parece «más razonable», ya que las lesiones de la mujer son «más propias y compatibles con los golpes de dicho aparato pudiera causar, en su maniobra de apertura y cierre, que con los golpes, también en las piernas, que relata».
El sindicato ha defendido que el vigilante, «en estricto cumplimiento de sus cometidos», conminó a la mujer a no abandonar el recinto sin pagar antes el billete y se limitó a evitar que la mujer rebasara el torno.