Guardias jurado ya vigilan el exterior de la prisión de El Dueso
La empresa Securitas se ha hecho cargo de patrullar el perímetro del centro penitenciario de Santoña (Cantabria)
El plan del Ministerio del Interior para sustituir a policías y guardias civiles en algunas tareas de vigilancia en las prisiones se puso en marcha en varios centros penitenciarios en el mes de octubre. Es el caso de la cárcel de El Dueso, en Santoña (Cantabria).
Fue el día 1 de octubre cuando empezaron a prestar servicio en El Dueso los vigilantes de Securitas, la empresa que ha resultado adjudicataria de la vigilancia en este centro penitenciario.
Fuentes de la prisión de El Dueso explican a El Confidencial Autonómico que los guardias jurado de Securitas se dedican a funciones de vigilancia exterior, como complemento y subordinación a la Guardia Civil.
Por el momento, la Ley de Seguridad Privada que entró en vigor el pasado mes de abril establece que los vigilantes privados pueden prestar el servicio de vigilancia perimetral de centros penitenciarios, “cumpliendo estrictamente las órdenes e instrucciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
Así es como está funcionando el nuevo modelo de seguridad de la cárcel de El Dueso. Según ha podido saber ECA, los vigilantes privados de Securitas se dedican a proteger el perímetro exterior del centro penitenciario situado en Santoña, y por lo tanto no tienen ningún contacto con los reclusos.
Además, se encuentran bajo el mando de la Guardia Civil, que es el cuerpo que tiene el encargo de garantizar la seguridad en esta cárcel. “El comandante de la Guardia Civil que hay en El Dueso sigue siendo el que manda”, explican fuentes internas de la prisión. El trabajo de estos vigilantes privados es hacer rondas por el exterior de la cárcel.
El plan original del Ministerio del Interior era introducir este cambio en las cárceles para así poder recolocar a policías y guardias civiles en otras tareas, pero también dar una salida laboral a las decenas de escoltas del País Vasco y de Navarra, sobre todo, que hasta hace unos años se dedicaban a proteger a los amenazados por ETA y que tras el anuncio del cese definitivo de la actividad armada han perdido su trabajo.
Sin embargo, fuentes internas del Centro Penitenciario de El Dueso aseguran que entre los nuevos vigilantes no hay muchos antiguos escoltas, y de hecho apuntan a que ninguno prestaba servicio en el País Vasco o Navarra. “Eran empleados de antes de Securitas, que prestaban servicio en centros comerciales o en bancos”, afirman desde la cárcel.
Desde el sindicato de funcionarios CSIF cifran en unos 800 el total de guardias jurado de distintas empresas de seguridad que desde octubre trabajan en las cárceles de toda España vigilando el perímetro exterior. Antes, hubo un período de nueve meses en los que 21 prisiones -entre las que estaba El Dueso- ya contaron con vigilancia privada de prueba antes del “desembarco” definitivo en todos los centros penitenciarios del país.