20 de noviembre de 2016

Solven comercializará la primera ventana 100% domótica del mundo

La empresa, con sede en el Parque Tecnológico de Fuente Álamo, aspira a ser referente nacional en esta tecnología
Un vigilante en cada habitación a la que se pueda acceder desde fuera. No solo está pendiente de los amigos de lo ajeno, sino también de posibles incendios, inundaciones, caídas accidentales, de la cantidad de luz que entra, de la ventilación... No es un robot, sino un modelo de ventana 100% domótica, única en el mundo, que la empresa murciana Solven comercializará en abril.
El sistema -BlickDomi- fue patentado en diciembre del año pasado tras dos años de desarrollo en los que colaboró la UPCT y que requirieron una inversión de 200.000 euros. Se mantuvo en secreto hasta su presentación en público en la feria Veteco, a finales de octubre. El miércoles se iniciaron las gestiones para extender la patente al resto de la UE. En enero se instalarán unidades de forma gratuita en cinco hogares para comprobar su funcionamiento cotidiano y el 15 de abril se iniciará su venta. Las primeras 500 unidades se venderán a precios promocionales. También se ofrecerán puertas con dicho sistema.
Hasta ahora, la domótica se limitaba a integrar en una ventana sensores que registran condiciones para posteriormente realizar acciones sobre ella desde un aparato de control externo conectado mediante una radiofrecuencia específica.
El sistema BlickDomi no solo vigila frente a ladrones, incendios e 
inundaciones, también custodia a niños y a personas mayores
En cambio, cada ventana BlickDomi cuenta por si sola con todos los elementos necesarios. Tiene un microprocesador, que es el que toma las decisiones de forma autónoma, informado por los sensores, y actúa tanto sobre la ventana como en el resto de dispositivos de la vivienda que tengan receptor wifi. Esto es, cada ventana se autoregula, 'aprende' de su entorno y, al mismo tiempo, se coordina con el resto de ventanas, puertas y cualquier aparato de la casa con conexión. Está dotada con una cámara de 8 megapíxeles que graba a voluntad del usuario o cuando detecta una anomalía. Basta un móvil para controlarlo todo.
Un ejemplo. Si una ventana es forzada o rota, ésta ordena bajar de forma automática todas las persianas de la casa, su cámara empieza a grabar y manda un mensaje de alarma al propietario o a una empresa de seguridad; al mismo tiempo puede activar luces, televisores o equipos de sonido para disuadir al ladrón.
La ventana también incorpora sensores de temperatura, CO2, humos y humedad, a partir de los cuales puede encender o apagar sistemas de climatización, activar una alarma de incendio o detectar una inundación.
La cámara dispone de reconocimiento facial integrado para descubrir intrusos en la habitación o vigilar los movimientos de niños y personas mayores (si no fueran localizables, avisaría al usuario). En caso de una puerta, ésta se abriría automáticamente en cuanto captara el rostro de un miembro de la familia. Otro aspecto relevante reside en que la ventana 'aprende' de los hábitos de sus usuarios a lo largo de las semanas hasta saber cuándo abrirse por si sola para ventilar la habitación durante un tiempo determinado o subir y bajar la persiana sin necesidad de ser programada. Cada acción es comunicada al móvil del propietario.