Los atentados en París contra la revista humorística «Charlie Hebdo» ha hecho que el terrorismo vuelva al primer nivel de debate en el seno de la Unión Europea (UE). El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunciaba ayer que durante la próxima primavera tendrá lista la nueva estrategia comunitaria de seguridad interna.
El luxemburgués se expresaba así desde Riga durante la presentación del semestre de la Presidencia letona de la UE, donde también se guardaba un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en el atentado. Allí recordaba cómo las banderas ondeaban ayer a media asta en todas las instituciones europeas. «Los atentados de París han sido un atentado contra nuestra forma de vivir juntos y Europa deberá reaccionar en consecuencia... La Comisión tiene previsto presentar un nuevo programa de lucha contra el terrorismo en las próximas semanas», señalaba el presidente de la CE.
El próximo Consejo Europeo que reunirá en Bruselas a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE el próximo 19 de enero llevará en primera línea la lucha contra el terrorismo. Los titulares de Interior abordarán también el tema en Riga durante una reunión informal que tienen prevista los días 29 y 30 de enero.
La cuestión sobre la amenaza de los yihadistas europeos no es nueva en Bruselas ni tampoco para los ministros de Exteriores, sobre todo desde el avance de Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, y la ejecución por parte del grupo terrorista de ciudadanos estadounidenses y europeos. En su última reunión, el Consejo Europeo recordaba cómo la amenaza del terrorismo podía afectar a la seguridad de cualquier país.
La política antiterrorista es competencia nacional, de cada Estado miembro, pero desde Europa se buscará una mayor coordinación en esta materia con la agencia Europol, así como la protección de los lugares que puedan ser objetivos potenciales de los terroristas. Ya sean instituciones oficiales o lugares donde concurra mucha gente, como pueden ser eventos deportivos o culturales, centros comerciales, manifestaciones, etc.
Entre las medidas que Europa puede proponer destaca considerar delito el entrenamiento pasivo para actividades terroristas y el viaje para hacer la yihad. Servicios de inteligencia de varios países europeos detectaron esta primavera que algunos terroristas se desplazaban a Siria desde países como Reino Unido o Francia para hacer la yihad, moviendo incluso con ellos a sus familias. Europol cifra en 2.500 los europeos que han viajado a combatir en las guerras de Siria e Irak.
Asimismo, se podrían definir patrones mínimos para formar a los agentes de seguridad privada en toda Europa y volver a revisar las medidas de seguridad en los aeropuertos. Crear un registro europeo de datos de pasajeros será sin duda una de las primeras medidas a retomar. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, consideraba urgente su aprobación, después de que el Parlamento Europeo lo lleve bloqueando desde 2011 por cuestiones de privacidad y protección de datos. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho ya solicitaron en diciembre al presidente del Parlamento, Martin Schulz, que desbloqueara las negociaciones.
Además, el miedo a que un atentado como el del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono pueda repetirse hace que se sigan planteando revisar la lista de artículos que se pueden llevar a bordo de un avión. Todavía no hay ninguna decisión concreta, pero son opciones que se barajarán por los expertos europeos. Fuentes comunitarias reconocieron que la amenaza contra la aviación comercial es «alta» y se mostraron preocupados por los objetivos de terroristas en lugares concurridos, como eventos deportivos, centros comerciales y otras formas de reunión pública.
«Tenemos que separar claramente el terrorismo del islam. No hay ninguna religión que pueda justificar un comportamiento tan cruel e inhumano», defendió Mogherini para cerrar el paso a las tentaciones islamófobas.