El individuo intentó zafarse forcejeando violentamente, pero lo mantuvieron agarrado hasta que llegó la Policía Nacional y lo detuvo
Lunes, una de la tarde. Celebrada la misa del mediodía, el sacristán de la iglesia del Cristo de Santander se dispone a cerrar el templo. Pero no está solo. Ve que queda un hombre en su interior. Al pedirle que se vaya, no le hace caso. Se acerca a él y comprueba para su sorpresa que está manipulando el cepillo de las limosnas con un destornillador. Pide ayuda al servicio de seguridad de esta iglesia, una mujer vigilante, y entre los dos lo agarran, y así lo mantienen mientras dan aviso a la Policía Nacional y llegan los agentes
Fueron efectivos de la brigada de Seguridad Ciudadana los que este pasado día 27 acudieron a la iglesia del Cristo después de que el sacristán alertara al 091 de que tenía retenido a un ladrón al que había sorprendido robando. Los policías identificaron al hombre, que resultó ser J. A. G. M., de 36 años de edad y con antecedentes, al que intervinieron un destornillador de 23 centímetros.
La vigilante de seguridad contó que, al intentar retenerlo, el individuo forcejeó violentamente con ella, empujándola para tratar de huir. Pero no lo consiguió, ya que entre los dos consiguieron mantenerlo agarrado hasta que llegó la policía. Ante estos hechos, los integrantes de la patrulla procedieron a su detención por un presunto delito de robo con violencia, y ya fue puesto a disposición judicial.