El juez rechaza anular la causa como habían pedido los acusados
Los dos vigilantes de seguridad del Hospital Médico-Quirúrgico de Jaén acusados de robar medicinas de almacenadas en la farmacia del centro sanitario tendrán que sentarse en el banquillo. Junto a ellos también estará el dueño de un gimnasio al que, presuntamente, les revendían esos medicamentos que, después, repartía entre algunos de sus clientes como productos dopantes. Así lo ha decidido el magistrado Miguel Sánchez-Gasca, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén, que ha dictado contra ellos el auto de procedimiento abreviado por delitos de robo con fuerza, salud pública y receptación.
Y es su señoría ha rechazado la petición de anular todo el procedimiento planteada por la defensa de los vigilantes de seguridad. Hay que recordar que el caso se destapó a mediados de noviembre de 2015, cuando la Dirección del Hospital echó en falta una importante cantidad de fármacos después de realizar un inventario en la Farmacia del centro. Por ello, contrató a un detective y se decidió colocar cámaras de seguridad en el interior de ese recinto. Esas cámaras captaron como los vigilantes accedían al interior y se llevaban los medicamentos dopantes y es la principal prueba de cargo existente contra ellos. Sin embargo, los acusados entienden que esas grabaciones fueron ilegales, ya que se incumplió la normativa que obliga a advertir a los trabajadores de la colocación de estos dispositivos.
El juez no lo entiende así. “Es dudoso que esa ley afecte a los vigilantes”, razona el magistrado Sánchez-Gasca en su último auto sobre este caso. “Estos no trabajan en la farmacia, sino que solamente tienen como funciones el abrir y cerrar la puerta de esas dependencias, no entrar en ellas. Por ello, la filmación de imágenes no invade el espacio restringido y reservado para intimidad de estos vigilantes”, sostiene su señoría.
Por todo ello, decreta la apertura de procedimiento abreviado contra Juan José C. R. y Antonio S. G., además de contra el dueño del gimnasio, Manuel P. P. A los tres se les acusa del delito contra la salud pública, mientras que a los vigilantes se les imputa robo con fuerza y al tercer inculpado, receptación.
El auto del juez recoge que la supuesta sustracción de casi 2.500 unidades de diversos medicamentos anabolizantes, utilizados en tratamientos para pacientes oncológicos. Sin embargo, se trata de fármacos que también tienen cualidades dopantes y que son muy apreciados en el mercado negro. El magistrado no cuantifica el valor de estas medicinas, aunque la Policía aseguró que costaban unos 20.000 euros. Lo que sí reveló este caso es la falta de control existente en la Farmacia del Hospital. Y es que los investigadores hallaron en el gimnasio fármacos cuya desaparición no fue denunciada inicialmente. A partir de ahora, las partes ya pueden presentar sus correspondientes escritos de acusación y defensa.