Eduardo Fernández-Divar y Roberto Arroyo, excompañeros en paro, se unen en un proyecto empresarial
Muchos de los equipos emprendedores más estables están formados por antiguos compañeros de trabajo. Eso es lo que ha ocurrido con Eduardo Fernández-Dívar (37) y Roberto Arroyo (32). Son dos amigos que se conocieron en la empresa de seguridad para la que ambos trabajaron durante varios años y que, tras quedarse en paro, en noviembre de 2014, formaron un sólido proyecto empresarial, Lock Sistemas S.L.L., dedicado a ofrecer servicios integrales de seguridad para empresas y particulares.
«Compartíamos 10 horas diarias, viajábamos juntos y poníamos en marcha los proyectos de clientes. Nos complementábamos a la perfección, tanto en el aspecto técnico como en el comercial. Todo lo que hemos hecho juntos siempre ha salido bien», asegura Roberto. Por ello, cuando la crisis y otras circunstancias afectaron a su antigua empresa y se quedaron sin empleo, no tuvieron ninguna duda en que la mejor solución era montar su propio negocio de forma conjunta.
Apenas un mes y medio más tarde, ya habían dado de alta su empresa. La forma jurídica que escogieron fue la de Sociedad Limitada Laboral, y ellos se dieron de alta como socios trabajadores. «Decidimos hacerlo así por dos motivos principales. El primero es que de esta manera podríamos destinar la totalidad de nuestra prestación por desempleo a la creación de la empresa y, segundo, al figurar como empleados y no ser autónomos, nos asegurábamos que si las cosas no salían como esperábamos, tendríamos la prestación por desempleo», afirman.
Comenzaron ofreciendo servicios para otras empresas de seguridad: «Nos pareció lo más sencillo, porque eso no requería la homologación del Ministerio del Interior como empresa de seguridad privada de instalación y mantenimiento, pero todos los clientes que visitábamos nos solicitaban servicios integrales de seguridad», recuerda Eduardo. Así que optaron por tramitar dicha homologación y así poder ejercer como empresa autónoma dando un servicio completo.
Tras varios meses de papeleo e importantes reformas para adaptar su oficina de la calle Titanio a los requerimientos legales, obtuvieron la homologación en enero de 2015. «Elaboramos un proyecto con importantes medidas de seguridad acordes a la normativa y contamos con un gran apoyo del departamento de Seguridad Privada de la Policía Nacional, a los que tenemos mucho que agradecer», añaden ambos.
La plantilla de Lock Sistemas está formada por estos dos emprendedores, tres empleados más y un colaborador externo, junto con el cual, en enero de 2016, han creado una nueva empresa, Lock Fuego, destinada a la detección y extinción de incendios. En un futuro tienen pensado otra división empresarial desde la que ofrecer servicios de vigilancia. «Hemos empezado de la nada, pero en dos años hemos conseguido hacer de este proyecto una empresa potente y sólida», se enorgullece Eduardo.
Servicios a medida
Estudian las necesidades y particularidades de cada cliente, de forma individual y realizan proyectos de integración con los servicios que necesita. Los más solicitados son instalación de alarmas, de cámaras y control de accesos y de matrículas. «Aplicamos todas las nuevas tecnologías del mercado y nuestro objetivo es que el cliente se dedique a su negocio y se despreocupe de la seguridad. Ya nos encargamos nosotros de preocuparnos por él. Instalar un sistema de seguridad es una responsabilidad muy importante y nosotros queremos estar totalmente tranquilos haciendo las cosas bien. Por ello, siempre apostamos por sistemas totalmente fiables y de calidad», añade Roberto.
El 90% de sus clientes son empresas, muchas de ellas del sector de la producción eléctrica y del bodeguero. «Trabajamos a nivel nacional y también hemos realizado proyectos en Portugal, pero la mayor parte de nuestros clientes son de Valladolid y provincia», aclaran. En su web aparecen detallados todos los servicios que ofrecen. Además, utilizan Facebook y Google+ para darse a conocer, aunque en lo que más confían es en el boca a boca. «Cuando a un cliente le va bien, es fácil que te recomiende. Siempre colocamos en las instalaciones de nuestros clientes distintivos con función disuasoria, pero que ya de paso, sirven para dar visibilidad al nombre de Lock Sistemas», concreta Roberto.
Estos dos amigos emprendedores han recibido varias subvenciones que les han ayudado en la puesta en marcha de su negocio. Una de ellas por valor de 2.250 euros procedente del Ayuntamiento de Valladolid por ser empresa de nueva creación y otra de 5.500 euros de la Junta, por la incorporación de socios a una Sociedad Limitada Laboral. Ambas ayudas las emplearon en la compra de una furgoneta y en sufragar parte de los sistemas de seguridad de sus instalaciones. «Han sido un gran empujón para nosotros. Estas subvenciones son muy de agradecer cuando estás empezando», declaran.