¡Cerró por casi 30 millones la seguridad horas antes de que accediera la nueva consellera
El concurso se cerró por 29.968.430,09 euros y podría haberse ofrecido por 28.720.326
La firma de Miguel Morales que cierra el contrato de 30 millones para la seguridad en Sanidad del 29 de junio de 2015.
La adjudicación del servicio de seguridad de los hospitales valencianos que cerró el equipo saliente de Sanidad el martes horas antes de que tomara posesión la nueva consellera Carmen Montónpodría haberse abaratado más de un millón de euros si en lugar de las cuatro compañías adjudicatarias hubiesen ganado el resto de empresas valencianas que optaban al servicio.
En concreto, el concurso se cerró por 29.968.430,09 euros y podría haberse ofrecido por 28.720.326 euros, según consta en las ofertas técnicas y económicas que se presentaron en las plicas. Es decir 1.248.104 euros de ahorro por dar la misma cobertura y, lo que es más importante, con los mismos vigilantes porque todos los trabajadores deberán subrogarse a las nuevas empresas.
De hecho, esta subrogación ha generado cierto caos entre los vigilantes porque según establece el convenio de seguridad el cambio debe anunciarse con tres días de antelación, pero no pudo hacerse por la premura en el cierre de la adjudicación. De hecho, los trabajadores debían entrar anoche a las 12.00 horas y no sabían que traje -de empresa- debían vestir.
El concurso de seguridad ha estado plagado de polémicas porque aunque se inició el 31 de octubre de 2014 y se realizó una primera adjudicación el 27 de febrero de 2015, se paralizó porque contra la resolución de adjudicación una empresa interpuso el 13 de marzo de 2015 un recurso especial. Poco después, el 4 de junio de 2015 vuelve a adjudicarse y de nuevo se presenta un recurso que paraliza el proceso, en que curiosamente no han participado con su opinión los directores de seguridad de los hospitales públicos como en adjudicaciones precedentes.
Director saliente
El todavía en funciones director general económico, Miguel Morales, que ha plasmado su firma en la documentación del concurso se escuda en que no fue una adjudicación, sino «que lo único que se ha hecho es continuar con la tramitación del procedimiento, al que sólo le faltaba el trámite de formalización de los contratos, es decir, proceder a su firma, ya que la adjudicación tuvo lugar el 4 de junio de 2015».
Un argumento muy pobre porque Morales podría haber dejado la adjudicación de los 30 millones para el nuevo equipo de Sanidad, pero aprovechó, como ya indicó ayer EL MUNDO, la notificación del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales para cerrar toda la seguridad de la sanidad pública. Ante esta cuestión Morales esgrime que era «obligación legal de esta Conselleria continuar con la tramitación del procedimiento, consistente en la formalización de los contratos, ya que, la segunda adjudicación tuvo lugar el 4 de junio de 2015».
Una situación incomprensible porque no había prisa por la adjudicación puesto que las empresas de vigilancia que prestan servicio actualmente habían prorrogado sus contratos hasta el mes de agosto y la seguridad quedaba cubierta.