12 de diciembre de 2013

Los Vigilantes de Seguridad acogen con alegría la nueva ley

La ley de Seguridad Privada planteada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy permite a los guardias detener en la vía pública
Alberto es uno de los más de un centenar de agentes de seguridad que trabajan en la provincia. Su labor diaria es mantener en jaque a los cacos, un trabajo que hasta ahora se limitaba al centro en el que se desempeña y que desde ahora podría abarcar más espacio. El proyecto de Ley de Seguridad Privada, aprobado por la Comisión de Interior del Congreso permitirá la detención en la vía pública de ciudadanos que hayan cometido delito por parte de los vigilantes, algo que ha sido celebrado por muchos empleados del sector. Alberto es uno de ellos. Cree que si sale adelante podría hacer más efectivo su trabajo. "Me parece bien porque permitiría que no se nos escapen", asegura.
Hasta ahora los cacos no podían ser detenidos en la calle. Solo en los establecimientos. El proyecto de ley cambia este punto y abre la puerta a que los vigilantes retengan a los detenidos para ponerlos a disposición de las fuerzas policiales. Alberto asegura que la modificación es importante y que puede funcionar en muchos casos. "Estoy seguro de que será más útil en hurtos menores".
Manuel, otro vigilante consultado, ha señalado su satisfacción por los puntos de la ley y coincide con Alberto en que permitirá mejores actuaciones. "Creo que así no se nos escaparán tantos. Ahora muchas veces tenemos que andarnos con mil ojos cuando trabajamos porque la ley nos dejaba poco margen en el día a día", asegura.
El sector ha mostrado también su satisfacción por los términos de la nueva ley. Ya con el anteproyecto el Sindicato Profesional de Vigilantes y la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad celebraron que la nueva disposición impedirá el intrusismo. Más de 85.000 personas se dedican a esta labor en España a la seguridad privada, un sector que genera más de 3.200 millones de euros al año.
Mejoras en las defensas
No obstante, algunos vigilantes ven puntos oscuros en la legislación y piden modificaciones. "Considero que deberían permitirnos que mejoraran nuestras defensas y que se nos revista de un carácter de autoridad que ahora mismo no tenemos", señala uno ve los empleados del sector. Este punto podría entrar en confrontación con la labor de la policía.
El reglamento en materia de armas defensivas también es otro elemento que ha sido contestado. "Trabajamos actualmente con defensas de 60 centímetros y eso nos deja en peligro en situaciones de violencia armada, por lo que deberían cuidar este detalle", explica Alberto.
ideal.es