16 intentos de abordaje tuvieron que ser repelidos con el uso de ametralladoras y armas de distinto calibre.
La flota de atuneros españoles -que faena desde el Golfo de Guinea hasta la isla de Chagos, en el Indico- ha sufrido en total 90 ataques e intentos de abordaje desde que en octubre de 2009 piratas somalíes secuestraran el buque español Alakrana y mantuvieran a sus tripulantes en cautiverio durante 47 días. El episodio marcó el inicio del servicio de seguridad armada para este tipo de barcos, que desde entonces y según un informe al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, ha tenido que repeler en 16 ocasiones el abordaje de barcos españoles con armas de fuego.
Según los mismos datos, la presencia de armamento en los barcos ha surtido efecto y desde 2013, el número de enfrentamientos se ha reducido prácticamente a cero. Uno de los ataques más cruentos se produjo el 29 de octubre de 2009, una semana después de la liberación del Alakrana, cuando el Ortube Berría fue asediado durante media hora por dos esquifes cargados por cuatro y seis hombres que se acercaron por su aleta de babor. Los piratas abrieron fuego de fusil a un kilómetro de distancia y comenzaron a lanzar granadas a unos 700 metros. La más cercana explotó a 30 metros del casco. La ametralladora equipada en el atunero hizo blanco en uno de los esquifes y cesó el ataque.
El siguiente intento de abordaje con fuego de por medio se produjo el 4 de marzo de 2010, cuando el Albacán (con base en Bermeo) se encontraba en aguas internacionales entre Seychelles y Tanzania. El capitán y el vigilante de seguridad del barco avistaron un esquife pirata que se acercó a corta distancia. Los atacantes hicieron uso de un lanzacohetes, que impactó en la zona de enfermería del barco causando daños leves.
ATAQUES COORDINADOS
La causa y modalidad del ataque se repite de forma parecida en los otros 14 intentos de abordaje que fueron repelidos con armas de fuego por parte del servicio de seguridad. Así sucedió también el 14 de marzo de 2014 cuando el Txori Argi tuvo que repeler a dos esquifes cargados de pirata que saltaron al agua desde un barco nodriza. Un mes después, fue el Campo Libre Alai el que detectó en su radar a 20 millas la presencia de una embarcación pirata, justo cuando tenía los aparejos lanzados. Tras lanzar bengalas luminosas y disparos de advertencia al aire, los cuatro tripulantes del esquife desisten.
El siguiente ataque serio se produjo el 17 de octubre de 2010, cuando el Ortube Berria se ve asediado durante una hora por un esquife cargado de piratas lanzado desde un barco nodriza. Dos semanas después, fue el Elai Alai quien avista a un barco nodriza tipo ballenera con bidones de combustible y que remolca dos esquifes. Tras varias advertencias y maniobras evasivas, abrió fuego contra el casco de los atacantes. Ese mismo día, el Txori Gorri -el mismo atunero en el que el pasado 6 de abril un vigilante de seguridad mató a otro tras una discusión y después se pegó un tiro- tuvo que abrir fuego contra otra embarcación atacante para hacerles desistir de abordar el barco.
El 5 de noviembre de 2010 el Demiku sufrió un ataque similar, y cuatro días después, El Erroxape se enzarzó en un intercambio de disparos con dos esquifes piratas que fueron alcanzados por disparo de ametralladora. Esa misma semana, el Playa de Anzoras sufre una persecución de más de una hora por parte de un esquife, lanzado desde un barco nodriza, abandonando sus intenciones a los 2.000 metros al recibir fuego de advertencia con ametralladora.
BAZOOKAS Y FUSILES DE ASALTO
Pese a que 2010 fue el año de mayor frecuencia en los ataques, el hostigamiento más largo se produjo el 1 de marzo de 2011, cuando el atunero Felipe Ruano estuvo una hora y media repeliendo el intento de abordaje de un barco ballena y dos esquifes armados con fusiles de asalto AK 47 y granadas RPG. El 18 de octubre de ese mismo año fue de nuevo el Alakrana el que sufrió un intento de secuestro, cuando dos embarcaciones abrieron fuego contra el barco español. Sin embargo, la potencia de fuego de las ametralladoras del atunero les hizo desistir.
El último episodio con fuego español se produjo el 10 de octubre de 2012, cuando el Izurdia, también con sede en Bermeo, fue atacado por siete piratas que abrieron fuego contra sus ocupantes. Posteriormente, los siete piratas fueron detenidos por la fragata holandesa NHMS Rotterdam, integrada en la Operación Atalanda contra la piratería en el Índico. Los siete piratas apresados fueron después trasladados a España.