La Audiencia Provincial de Málaga ha ratificado la condena impuesta a un vigilante de seguridad por agredir a dos jóvenes después de un botellón en la playa. Fue el Juzgado de Instrucción número 4 de Estepona el que encontró a este hombre responsable de dos faltas de lesiones, por lo que estableció para él una pena de multa de 300 euros.
Los hechos tuvieron lugar a finales de agosto del año pasado. Según se declara probado en la sentencia, después de hacer un botellón en la playa, los dos jóvenes se dirigían a una zona de ocio y pasaron por el punto de control de acceso de vehículos al puerto pesquero de la citada localidad costasoleña.
Fue en ese momento cuando uno de ellos se apoyó en una valla y la rompió. Sobre las 04.30 horas volvieron a pasar por la zona, momento en el que el vigilante de seguridad les recriminó lo que había pasado con anterioridad.
Sin embargo, los jóvenes no se amedrentaron. Siempre según la sentencia, uno de ellos se encaró con el hombre que trabajaba en las instalaciones portuarias, diciéndole que se pelearan a puños. La reacción del vigilante de seguridad fue sacar una porra y golpearle.
A raíz de esta agresión, el joven sufrió lesiones consistentes en un traumatismo con un ligero hematoma en el codo izquierdo. Heridas que tardaron en sanar tres días, según la resolución judicial.
Por su parte, el otro joven fue golpeado con el puño en el brazo. Asimismo, el vigilante de seguridad le puso la porra en el cuello. En la sentencia se explica que sufrió lesiones consistentes en traumatismos en la extremidad superior y en el cuello, que también tardaron en sanar tres días.
Son los hechos por los que el vigilante de seguridad fue condenado. Contra la sentencia del Juzgado de Instrucción número 4 de Estepona se interpuso un recurso que ahora ha sido desestimado por la Audiencia Provincial, que ha dictado una resolución firme.