Uno de cada tres escoltas que protegía a personas amenazadas por ·ETA en el País Vasco se ha integrado en el plan del Ministerio del Interior para que las empresas de seguridad privada se encarguen de vigilar el perímetro exterior de las prisiones.
Así lo ha anunciado el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados.
Según ha dicho, había un "pacto de caballeros" para "no dejarles tirados" y que ese pacto se ha respetado, pero ha explicado que no a todos les interesaba pasar de ser escolta a hacer vigilancia privada. "No es el mismo trabajo", ha añadido Martínez, que ha cifrado el 'trasvase' en un tercio.
"El compromiso existía, pero luego tenían que aceptar voluntariamente, no se ha dejado tirado a nadie", ha insistido al tiempo que ha argumentado que en ocasiones significaba salir de su lugar de origen para trabajar en una cárcel de otra provincia.
En cualquier caso, el secretario de Estado de Seguridad ha concluido que "es una buena noticia que los cargos que tenían escolta ya no la necesiten".