La Policía Nacional ha detenido a un vigilante de seguridad del Hospital Universitario de Ceuta como presunto responsable de haberse apoderado de hasta 2.000 recetas médicas en diversas consultas de traumatólogos y cirujanos que posteriormente vendía a diez euros la unidad. El individuo que las adquiría, que a su vez encargaba a otro sujeto que comprase psicotrópicos con ellas en las farmacias de la ciudad, también ha sido arrestado.
Según ha informado la Jefatura Superior este viernes en un comunicado de prensa, al vigilante, de 45 años de edad y cuya identidad responde a las iniciales J.M.C.V., se le imputan los supuestos delitos de robo con fuerza de recetas médicas, contra la salud pública y falsificación. A J.J.B.M., el sujeto que le compraba las recetas, de 24 años y con antecedentes por robo con violencia e intimidación, se le acusa de tráfico de drogas.
"Al parecer", ha explicado la Policía, "durante el desempeño de su trabajo de vigilancia en el centro sanitario accedía a las distintas consultas de los facultativos médicos y cogía las recetas, cosa que ha llevado a cabo en los últimos dos años".
El vigilante ha confesado que se hacía con las recetas en diferentes consultas y que posteriormente se las vendía a un individuo que localizaba en una barriada de la periferia "al precio de diez euros la unidad". El comprador también ha declarado que "se las pasaba a un tal Miguel", detenido el pasado 10 de septiembre, que era el que adquiría los psicotrópicos ('Trankimazin' y 'Rivotril') en las farmacias.
La investigación se inició después de que varios médicos presentasen denuncias una vez advertidos por la Inspección Farmacéutica. La Policía aún no ha podido concretar el número total de recetas sustraídas pero los investigadores estiman que su número podría alcanzar las 2.000 unidades, habiendo ocasionado "un perjuicio económico importante a la espera de los informes de la Dirección Territorial del Ingesa".