17 de septiembre de 2016

Un mirón acepta un año de prisión por grabar a clientas en un hipermercado

Metía un teléfono móvil en su cesto de la compra y lo acercaba a las piernas de las mujeres en los pasillos del local
Un voyeur aceptó ayer un año de prisión por un delito contra la intimidad por grabar con un teléfono móvil las piernas o traseros de las clientas de un hipermercado de Coia sin conocimiento ni permiso de las mujeres. El implicado, de unos 40 años, también acepta pagar una multa de 2.190 euros. La vista por conformidad se celebró ayer en el juzgado de lo penal número 1 de Vigo y la magistrada ordenó el borrado de todas las imágenes requisadas al implicado.
El incidente ocurrió a la hora de comer el 28 de agosto del 2015 en un hipermercado de Coia. El mirón, con el fin de descubrir la intimidad de diversas mujeres, colocó su teléfono móvil posado en uno de los cestos de compra del establecimiento, con la cámara enfocada hacia arriba.
Con este truco, el cliente se paseó por el centro comercial en busca de posibles objetivos. Cuando encontraba a una mujer que le llamaba la atención, acercaba su cesto a las piernas de la clienta, que vestía falda o minifalda y que ignoraba lo que estaba ocurriendo. El teléfono móvil tomaba imágenes de las piernas de la clienta que se encontraba en los pasillos del local. 
Móvil en el cesto de la compra
El individuo grabó, al menos, las imágenes de las piernas y el trasero de una de las mujeres.
Las maniobras sospechosas que hacía ese cliente ante las consumidoras despertó las sospechas de un vigilante de seguridad que seguía los movimientos dentro del hipermercado a través de las cámaras de un circuito cerrado de televisión.
Inmediatamente, el guardia corrió a avisar a dichas mujeres que habían sido espiadas por el voyeur. Dos de ellas fueron localizadas mientras que la tercera no apareció.El vigilante avisó a la policía y los agentes interceptaron al cliente y le requisaron su teléfono móvil. Así pudieron comprobar que a una de las mujeres le había grabado las piernas y el trasero.
La Fiscalía pedía inicialmente dos años de cárcel y 5.400 euros de multa.