Todavía no hay presos suficientes para llenarla. El contrato de Instituciones Penitenciarias asciende a 1,7 millones de euros
El Ministerio del Interior decidió hace meses empezar a contratar vigilantes de seguridad privada para proteger el perímetro de las cárceles españolas. Uno de los últimos contratos es el del nuevo Centro Penitenciario Soria I, que aún no ha entrado en funcionamiento.
Fue en el mes de enero cuando la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, Sociedad Anónima -la empresa pública encargada de los contratos de Instituciones Penitenciarias- adjudicó el contrato de la “vigilancia de la parcela, guardería de las edificaciones y mantenimiento de las instalaciones existentes en el Centro Penitenciario de Centro I de Soria”.
El importe de adjudicación asciende a 1.789.230 euros (sin incluir impuestos), y según los pliegos de licitación que ha podido consultar El Confidencial Autonómico, incluye el mantenimiento de la red eléctrica, del sistema de climatización, de los ascensores, de los elementos de seguridad... Además, el contrato incluye la vigilancia de la parcela y de los edificios que conforman este centro penitenciario.
Dos vigilantes con coche y perro adiestrado
A la nueva prisión de Soria todavía le faltan algunos equipamientos, como la luz, el agua y el gas. Por el momento está cerrada y vacía, aunque está previsto que abra en 2016. Todavía ni siquiera se ha convocado el concurso para contratar al personal necesario para hacer funcionar el centro.
Eso sí, todavía hay un problema: hace unas semanas, la subdelegada del Gobierno en Soria admitió que “no hay suficiente población penitenciaria para llenarla”, ya que se trata de una cárcel muy grande, con 648 celdas. El gasto de mantenimiento es muy grande, pero la subdelegada señaló que evidentemente en algún momento tendrán que ponerla en funcionamiento.
Mientras tanto, desde la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones del Estado (ACAIP) denuncian a ECA que el modelo de colocar vigilantes privados en las cárceles se haya extendido a la nueva prisión de Soria, antes incluso de que haya presos.
Según consta en los pliegos, lo que se ha contratado es un servicio de vigilancia de seguridad de 24 horas que además de la vigilancia y guardería de los edificios, realizará el control de acceso al propio centro, tanto a la entrada y a la salida, del personal que se encargará de las labores de mantenimiento de la cárcel.
Para ello, habrá dos vigilantes durante las 24 horas del día, con un vehículo para realizar rondas por el perímetro exterior del centro penitenciario. Desde el sindicato de funcionarios de prisiones destacan el hecho de que en los pliegos se incluya también un perro adiestrado para vigilar las instalaciones: “Nunca hay perros para vigilar el exterior de las prisiones”.
La empresa adjudicataria -Acciona- tendrá que vigilar la parcela para que nadie entre en ella sin permiso, pero también se encargará de control la entrada y salida del personal de mantenimiento (que aporta la misma empresa). En todo caso la empresa será la responsable si se producen robos y deterioros en las instalaciones y obras ya realizadas.
También se contrata para Ceuta
Además del caso de Soria, recientemente también se ha adjudicado el mismo servicio de “vigilancia de la parcela, guardería de las edificaciones y mantenimiento de las instalaciones existentes en el Centro Penitenciario y Centro de Inserción Social de Ceuta”. Los detalles del servicio son los mismos, aunque en el caso de la ciudad del Norte de África el importe de adjudicación es de 1.612.114 euros (sin incluir impuestos).
Desde ACAIP critican que mientras se recorta en personal dentro de las prisiones, se sigue extendiendo la vigilancia privada para el exterior de las cárceles. “Para esto sí hay presupuesto”, denuncia el sindicato de funcionarios de prisiones.
Hay que recordar que un par de años el Ministerio del Interior puso un marcha un plan para sustituir a los policías y guardias civiles en el exterior de los centros penitenciarios por vigilantes de seguridad privada, muchos de ellos ex escoltas.