Mónica de Oriol está de salida de casi todo. Tras anunciar a principios de diciembre que dejaría la presidencia del Círculo de Empresarios después de verse envuelta en numerosas polémicas que perjudicaron a la institución, la responsable del Grupo Seguriber-Umano quiere abandonar el consejo de administración de Indra al comprobar que la compañía le ha quitado más de la mitad de los contratos por incompatibilidad.
La licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales fue renovada en 2013 como consejera independiente tras seis años ejerciendo esta función en defensa de los intereses de los accionistas minoritarios contra la sociedad. En ese momento, varios inversores institucionales disidentes ya denunciaron que no podía desarrollar esa función porque sus empresas -Seguriber Umano- recibían de Indra más del 2,5% de los ingresos que facturaba, por lo que había un evidente conflicto de interés.
El toque de atención obligó a la empresa a hacer una aclaración en su último informe de gobierno corporativo, donde explicaba que, efectivamente, la empresa de Oriol tenía contratos con Indra por hasta 2,88 millones de euros, el 2,46% de la cifra de negocios. Pero explicaba que se trataba de una situación sobrevenida por la fusión de la empresa de seguridad y la de recursos humanos con la que Indra llevaba trabajando desde 2000.
En ese mismo informe, la compañía todavía presidida por Javier Monzón se comprometió a reducir de forma sensible los servicios que facturaba a Seguriber-Umano para que la cifra total no alcanzase el millón de euros. O lo que es lo mismo, el límite del 1% a partir del cual Oriol no podía ejercer como consejera independiente.
Según fuentes oficiales, Indra solo contrató 977.000 euros en 2014 -un 66% menos- con las empresas asociadas a la aún presidenta del Círculo de Empresarios, quien ahora tendrá que decidir si quiere seguir en el consejo o, por los socorridos motivos personales, abandonarlo en la próxima junta general aprovechando el relevo de Monzón por Fernando Abril Martorell.
Oriol, que percibe 130.000 euros al año por el consejo de Indra, es la mayor accionista de Seguriber-Umano, con algo más del 55% del capital. Se desconoce la salud financiera del grupo de seguridad y recursos humanos, que desde 2012 no ha enviado sus cuentas al Registro Mercantil. Sus últimos movimientos fueron una reducción del capital social de 34,8 millones de euros, aprobada el 23 de septiembre, fecha en la que al mismo tiempo aprobó una ampliación de 2,6 millones. Una operación denominada acordeón que suele estar vinculada a la asunción de pérdidas para reequilibrar el patrimonio o al pago de un dividendo extraordinario entre los socios.
De 53 años de edad, Oriol es también consejera independiente de OHL desde 2012. De la constructora, que no especifica en sus informes anuales si contrata servicios de Seguriber-Umano, percibe 54.000 euros al año. Diplomada en Economía de la Unión Europea por la London School of Economics, es asimismo miembro del consejo protector de Fundación Vizcaína Aguirre, miembro del Patronato de la Fundación Rafael del Pino, miembro y anterior presidente del Capitulo de Madrid de YPO y de IWF. Sin embargo, más allá de su curriculum, su popularidad se debe a los charcos en los que se vio envuelta por sus polémicas declaraciones sobre la formación de los trabajadores –“los ni-nis no valen para nada”- y su preferencia por contratar mujeres que no pensaran en tener hijos.