La Fiscalía solicita una pena de 6 años de cárcel para un vigilante de seguridad que fabricó un explosivo casero de escasa potencia y lo colocó en unos baños del servicio de Urgencias del hospital de Son Espases.
El acusado será juzgado el próximo martes por la sección primera de la Audiencia de Palma como presunto autor de un delito de fabricación de explosivos.
La Fiscalía sostiene en su escrito de acusación que el hombre fabricó un explosivo introduciendo en una botella de plástico salfumán, varios tornillos y bolitas de papel de aluminio y colocó el arte facto en los baños del hospital en el que trabajaba en la noche del 2 de febrero de 2013.
La botella con la mezcla explosiva estalló sin provocar más daños que la corrosión de una baldosa y los investigadores de la policía que llevaron el caso concluyeron que el propósito del vigilante solo pretendía llamar la atención para que se apreciase su trabajo.
Por todo ello, la acusación pública reclama para el acusado una pena de 6 años de privación de libertad.