Se sospecha que los individuos pretendían volver a robar motores en los muelles del municipio -Piden mayor respaldo de Guardia Civil
Restos de la barricada con la que se intentaba frenar a los vigilantes del pósito de A Illa. // Faro
Los vigilantes del pósito de A Illa de Arousa vivieron en la madrugada de ayer momentos degran tensión tras una emboscada de varios individuos en la zona de Carreirón, donde trataron de improvisar una barricada para que no pudiesen abandonar las inmediaciones del parque y, se sospecha, que el fin era el de robar los motores de varias embarcaciones.
Todo ocurrió sobre las tres de la madrugada, cuando los vigilantes que tiene contratados la Organización de Productores (OPP-20) y la Cofradía estaban en pleno cambio de guardia a la altura de la valla de O Carreirón. En ese momento detectaron un vehículo, cuyo conductor se bajó del mismo para fumar un cigarrillo. Temiendo que se tratase de alguien que les estuviese controlando mientras otros compañeros esquilmaban los bancos marisqueros, los vigilantes decidieron encender los focos que llevan sus vehículos, descubriendo tan solo unos metros más allá otro coche con las luces apagadas y a cuatro individuos tratando de montar una barricada con palés y contenedores para cerrarles el paso. Al verse descubiertos, iniciaron la huida, perseguidos por los vigilantes, que embistieron con su vehículo la barricada, iniciando la persecución y alertando a la Guardia Civil, cuyos agentes acabarían identificando a un hombre, vecino de Pontevedra, al que interceptaron en la salida del puente de A Illa y que se cree que era el que estaba controlando los movimientos de los guardas.
Aunque no se descarta que pudiese tratarse de furtivos, desde la Organización de Productores de A Illa aseguraban ayer que todo apunta a que la posible intención de este grupo era volver a robar motores en las embarcaciones amarradas en los diferentes muelles de A Illa.
Esa suposición se basa en que en la madrugada de ayer la marea se encontraba alta y se registraba un fuerte viento en la zona que dificultaría cualquier actividad marisquera ilegal, pero no impediría que se pudiesen sustraer motores para su posterior venta por piezas en el mercado negro.
Además del hombre identificado, los vigilantes han entregado a la Guardia Civil una serie de matrículas de vehículos que podrían estar implicados en esta acción o que han sido observados en actitud sospechosa en los últimos días. Una de ellas corresponde a un coche censado en el propio municipio.
Mayor vigilancia
La situación vivida por los vigilantes en la madrugada de ayer ha provocado que desde la OPP-20 se reclame un mayor respaldo por parte de la Guardia Civil y de los efectivos de Inspección Pesqueira para frenar este tipo de situaciones, especialmente en horario nocturno.
No en vano, en los últimos meses han sufrido varios incidentes con los furtivos, como la identificación de varios ilegales profesionales de la zona norte de la ría en los bancos marisqueros de A Illa de Arousa, a lo que se suma el intento de robo de motores sucedido en la madrugada del pasado día 12, cuando varias personas intentaron hacerse con entre cuatro y seis motores en la zona de Abilleira. En este caso, los vigilantes de la Cofradía de A Illa y los propios marineros llegaron a poner a disposición de la Guardia Civil varias matrículas de vehículos sospechosos que se encontraban en la zona instantes antes de que una mujer provocase con sus gritos la huida de los ladrones.
Ese suceso ha provocado que la Cofradía, en decisión asamblearia con los marineros, tomase la decisión de reforzar las tareas de vigilancia con la participación de los propios armadores del municipio, especialmente en el muelle de O Xufre para evitar que puedan sufrir el robo de un motor, que nuevo, cuesta entre 6.000 y 8.000 euros, dependiendo de su potencia.
Robos en toda la provincia
El robo de los motores en embarcaciones no ha afectado solo a los marineros de A Illa de Arousa sino que se ha extendido por varios puntos de la geografía del litoral de Pontevedra. Arcade, Vilaboa, Pontesampaio o Cesantes han sido otros puntos en los que se han registrado denuncias por este motivo. La propia Federación de Confrarías de la Provincia de Pontevedra, reconocía recientemente el incremento de este tipo de sustracciones, e incluso, ha mantenido un encuentro con Portos de Galicia con el objetivo de buscar una solución que el sector considera "muy complicada".
Desde la propia Federación también reconocieron en su momento que al quebranto económico que causa el robo del motor hay que sumar el de que "los marineros se ven privados de su medio de vida, quedándose sin ingresos". En el caso de A Illa es todavía más complicado, ya que muchos de los potenciales afectados por esta situación se encuentran en estos momentos en pleno cese de actividad, es decir, sin ingresos durante los dos últimos meses.