El sindicato culpa de la sucesión de incidentes a Ingesa porque sigue sin dotarla de personal.
Pese a que es un tema recurrente en el Comité de Seguridad y Salud de Ingesa, el Área de Psiquiatría sigue acumulando incidentes violentos. Javier Montero, representante de la Junta de Personal por USO, relató ayer el último porque constituye la “gota que colma el vaso” ya que, aseguró, hubo otros anteriores que no trascendieron.
El sindicalista denunció de forma pública una “agresión múltiple” contra el personal, en concreto, de un paciente de esta especialidad a siete trabajadores: celador; auxiliar de Enfermería; efectivo de Enfermería y cuatro vigilantes de seguridad.
Tras recibir “puñetazos, mordiscos, patadas en las costillas, arañazos y golpes en la cabeza”, enumeró Montero, los trabajadores consiguieron reducir al enfermo, le suministraron la medicación correspondiente y le pusieron las sujeciones mecánicas, “primero por la seguridad del paciente y después por la de los empleados”. A continuación, afirmó este portavoz de la plantilla, se desplazaron a Urgencias del Hospital Universitario donde fueron examinados y recibieron el parte de lesiones.
Este representante de los trabajadores reiteró aquello que ya reprocharon a Ingesa en otras ocasiones. “Falta personal y un celador solo no puede estar al frente de Psiquiatría porque está cualificado para sus funciones, pero no para responsabilizar del Área”.
Los hechos comenzaron este miércoles entre las 15:30 y 16:00 horas. En horario de tarde, objeto de queja por parte de Montero, un celador permanece en solitario en el servicio “al igual que ocurre por la noche, los fines de semana y festivos”. De acuerdo con la narración del representante de USO, el paciente sufrió una crisis que le llevó a arremeter contra todo lo que había a su alrededor, incluido a la celadora que consiguió encerrarse en un habitáculo de control desde donde telefoneó a la planta, “como establece el protocolo”.
A Psiquiatría acudieron un auxiliar de Enfermería y una enfermera, señaló Montero, con la mala suerte de que el hospitalizado atrapó a la auxiliar por detrás y rodeó su cuello con el brazo, inmovilizándola durante unos 20 minutos hasta que fue liberada. La enfermera forcejeó con el paciente sin lograr que soltase a su compañera, prosiguió el sindicalista, mientras que la celadora llamaba a los vigilantes de seguridad.
Primero llegaron dos miembros de seguridad, que intentaron que soltara a la trabajadora sin éxito. Otros dos vigilantes se personaron en Psiquiatría y, fue en ese momento, cuando la soltó.
Algunos compañeros se acercaron a USO para informarse sobre los mecanismos para interponer una denuncia, a lo cual Montero les respondió sería contra Ingesa por las condiciones laborales en las que prestan servicio ya que estos pacientes están ingresados por enfermedades mentales.
Este sindicato exige a Ingesa que dote del personal necesario a Psiquiatría, lo cual estimó en cinco auxiliares y cinco enfermeros que, junto a los cinco celadores, se organicen por turnos las 24 horas del día, 365 días al año, de modo que siempre haya tres personas en este área. Asimismo, criticó que la enfermera especializada en Salud Mental “aún no se ha incorporado”. Montero criticó que sean efectivos de planta los que tengan que desplazarse ante estos avisos porque “cualquier día tardarán un poco más y ocurrirá una desgracia, como que asfixien a alguien”.