Les advierte de que «no se va a permitir la voluntaria disminución de la actividad habitual, negligencia y desidia en el trabajo»
La empresa de seguridad Alcor ha distribuido un comunicado entre los vigilantes del centro de internamiento juvenil de Sograndio en el que les amenaza con «eventuales sanciones» en el caso de que no cumplan algunos requisitos incluidos en el documento. Esta medida se adopta días después de que la empresa obligara a los vigilantes a controlar a los educadores, tras tres fugas de menores del centro en menos de un mes.
A los trabajadores se les exige, incluso, que en los partes de incidencias han de dejar constancia de su nombre y apellido, pero que lo han de reflejar «en la parte inferior del parte de servicio». También se pide que en las actividades de la tarde se ha de incluir, además de las horas de inicio y finalización, «el nombre de los internos que participan».
El comunicado advierte a los vigilantes de la necesidad de observar las instrucciones «a los efectos de evitar eventuales sanciones que nos veremos obligados a aplicar en el caso de nuevo incumplimiento de estas u otras órdenes de puesto».
Alcor hace también especial hincapié en que «no se va a permitir la voluntaria disminución de la actividad habitual, negligencia y desidia en el trabajo que afecte a la buena marcha del servicio». Es más, la empresa reconoce la «amplia experiencia» de todos los integrantes de la plantilla en el centro de internamiento juvenil de Sograndio y que «son perfectos conocedores de la importancia de la correcta ejecución del servicio».
Estas instrucciones a la plantilla de vigilantes se han entregado a los trabajadores en un momento en el que el Principado supervisa con especial atención la labor que desarrolla la empresa concesionaria del servicio desde el pasado diciembre. Hay que tener en cuenta que el 10 de abril dos jóvenes se escaparon tras descolgarse de la valla con sábanas atadas y el 7 de mayo otro menor se fugó por un tejadillo.