Dos años y medio después, sigue sin haber cámaras en el vomitorio donde sucedió la tragedia, los vigilantes no han sido formados en evacuación y el aforo aún se contabiliza de manera manual
El Ayuntamiento de Madrid no aprende. Desde que hace dos años y medio se produjera la tragedia que acabó con la vida de cinco chicas por aplastamiento durante una fiesta en el recinto municipal de Madrid Arena, aún hay medidas de seguridad que siguen como estaban entonces.
¿Evacuar, qué es eso? Los vigilantes de seguridad de la empresa Alerta y Control –que sustituyó a Seguriber– serán formados por primera vez en evacuación de instalaciones los próximos 25, 26 y 27 de mayo en el Palacio Municipal de Congresos de la capital de España. Allí se reunirán todos los profesionales que velan por la seguridad tanto en el Madrid Arena –ahora denominado Multiusos 1– como en el Palacio Municipal.
El contenido de estos cursos incluye las técnicas para ayudar a guiar a los asistentes a un evento hacia un lugar seguro en caso de emergencia. La formación en asuntos de evacuación era una de las exigencias contempladas en el pliego de prescripciones técnicas que asumió la empresa Alerta y Control al sustituir a Seguriber el 15 de julio de 2013. Durante estos dos años, por lo tanto, los vigilantes han seguido trabajando en el recinto sin la formación acordada.
Aún sin cámaras. Por otro lado, todavía hoy continúa sin haber una cámara de videovigilancia en el vomitorio donde se produjeron los aplastamientos aquel fatídico 1 de noviembre de 2012 (el denominado sector A de la planta baja). Tras la tragedia, se han instalado cinco nuevas cámaras, pero ninguna de ellas en el mencionado lugar.
Aforo manual. Aún hoy, en todos los eventos que organiza Madrid Destino, tanto Alerta y Control como Secoex –las dos empresas que gestionan la seguridad en los edificios municipales de la antigua Madridec– siguen contabilizando a mano el número de asistentes a través de un clicador que va pulsando un auxiliar de seguridad cada vez que accede una persona a la instalación.
No se ha automatizado, por lo tanto, este trabajo, como solicitaba el Dictamen de Conclusiones aprobado por la comisión de investigación del Ayuntamiento el 12 de diciembre de 2012. El informe proponía literalmente, entre otras medidas, “la instalación de elementos digitales de control del aforo en edificios municipales para grandes eventos”.
Para más inri, Alerta y Control se comprometió en su propuesta de mejoras técnicas previa a la firma del contrato a implantar controles digitales en el Madrid Arena específicamente con el fin de contabilizar el aforo, promesa que tampoco ha cumplido la compañía de seguridad.
Falta el jefe. El mismo pliego de condiciones que firmó Alerta y Control cuando asumió la seguridad de Madrid Arena obligaba a que la empresa contemplara la figura del coordinador o jefe de vigilancia, profesional encargado de “supervisar y dirigir el servicio”, “formular propuestas de mejoras para conseguir mayor eficacia”, “elaborar el plan de vigilancia” y ser “interlocutor entre la empresa adjudicataria del contrato y Madridec” (desde el 1 de enero de 2014, Madrid Destino). Esta figura, sin embargo, no está contemplada en la plantilla de Alerta y Control, por lo que no existe en la práctica ningún coordinador de cada evento que tiene lugar en Madrid Arena.
Alerta y Control lleva dos años sin actualizar el plan de autoprotección, que es otro de los requisitos incluidos en el pliego de condiciones firmado por la empresa en 2013. En concreto, el documento obliga a la sociedad adjudicataria del servicio a hacer una “revisión anual” del mencionado plan, extremo que no se ha cumplido en ningún momento.
Vuelven las fiestas. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunció al día siguiente de la tragedia que desde ese día desterraría las fiestas en la capital. “Nunca más, mientras yo sea alcaldesa, cederemos ningún edificio del ayuntamiento para este tipo de eventos”, prometió la presidenta de la corporación municipal. Desde entonces, ni el Madrid Arena ni ningún otro recinto madrileño ha vuelto a celebrar fiestas para jóvenes hasta el pasado noviembre, dos meses después de que accediera al cargo de director de seguridad de la empresa municipal Madrid Destino, Mauricio López Enríquez.
El nuevo responsable ha permitido que las fiestas privadas vuelvan a las instalaciones municipales. En concreto, el 7 y 8 de noviembre se celebró en el Madrid Arena la View From Edge, evento que contó con un DJ y en el que se aplicaron todas las insuficientes medidas de seguridad contadas anteriormente.
Al mes siguiente, el 18 de diciembre, la Caja Mágica albergó la Fiesta Vodafone, también con la participación de un DJ (Wally López). En ninguno de los dos eventos el aforo superó las 3.000 personas, según calculan algunos de los asistentes, aunque en la última fiesta ni siquiera hubo un clicador manual para calcular el número de personas que accedían.