La juez mantiene la situación de prisión del francés, en tanto que el otro condenado, que estuvo año y medio en la cárcel por estos hechos, pedirá la suspensión de la pena
‘In extremis’ y tras casi dos horas de negociaciones entre abogados y fiscal antes del juicio, los dos acusados del asalto al furgón blindado en el Mercadona de Torrelavega, perpetrado en noviembre de 2014, admitieron los hechos y aceptaron una condena que suma seis años y medio de prisión frente a los once que solicitó inicialmente el Ministerio Público. Mucho menos les costó aceptar el pago de casi 60.000 euros de indemnización a Prosegur, la empresa propietaria del camión, porque acto seguido se declararon insolventes.
La juez de lo Penal Amaya Merchán, que dictó la sentencia in voce tras el pacto, mantuvo la situación de prisión preventiva en que se encuentra uno de los dos encausados, el francés Enric Commaille Calleja. Su abogado había solicitado que quedara en libertad condicional, pero la magistrada lo rechazó por la gravedad de las penas. Su compinche y tío, Lorenzo Calleja Rodríguez, se encuentra en una situación más favorable. Detenido el mismo día del atraco tras un tiroteo con la Policía, permaneció 18 meses en prisión, una baza que piensa jugar su abogado Alberto Aldecoa para tratar de que no vuelva a la cárcel, o, al menos, reducir a seis meses su paso por la penitenciaría y obtener un tercer grado que sería su salvoconducto hacia la libertad definitiva. Pero el letrado intentará que ni siquiera pise de nuevo la celda. Para ello, en el trámite de ejecución de sentencia, pedirá la suspensión de la pena más alta a cambio de someterse a tratamiento por su toxicomanía.
Habían intentado un acuerdo días antes
El juicio estaba previsto que comenzará a las 9.30 horas en el Juzgado de lo Penal número 4. Los abogados defensores habían intentado días antes cerrar un acuerdo con la fiscal que evitara la celebración de una vista con más de una veintena de testigos citados, pero el pacto se tornó imposible. No obstante, acusación y defensas reanudaron las conversaciones antes de la vista oral. El más renuente al acuerdo era el francés, que reclamaba su salida de la cárcel como condición previa. Finalmente cedió, las posturas procesales se acercaron y, cuando se sentaron en el banquillo, los dos acusados habían asumido ya su culpa y aceptado las penas reducidas solicitadas por el fiscal.
En sus conclusiones provisionales, el Ministerio Público había pedido once años de cárcel para cada procesado por los delitos de robo con intimidación y uso de disfraz, hurto de vehículo a motor, falsificación de placas de matrícula y tenencia ilícita de armas, y una falta de hurto. Tras el pacto, la fiscal redujo la suma de condenas a seis años y medio de prisión, siendo la pena más grave de cuatro años, tres meses y un día por el robo con intimidación.
Carecen de antecedentes penales
Los condenados, que carecen de antecedentes penales, admitieron que el 3 de noviembre de 2014 asaltaron a dos vigilantes de seguridad de Prosegur tras retirar los fondos del supermercado Mercadona, en Sierrapando. Provistos de chalecos antibalas y pasamontañas, y armados con escopetas recortadas, esperaron la llegada del blindado, que de manera rutinaria recogía diariamente la recaudación. En el momento que dos de los vigilantes volvían con las seis sacas y un tercero se encontraba en el interior del furgón, los enmascarados les encañonaron, les obligaron a tirarse al suelo y les desarmaron. Ya con el botín, que se elevaba a 59.837 euros, los delincuentes huyeron a pie hacia un vehículo robado y con matrícula falsa, que tenían estacionado cerca del centro comercial.
La Policía no tardó en identificar el coche, que había sido robado días antes en la localidad francesa de Noailles, y lo siguió hasta La Penilla de Cayón. Allí, los agentes localizaron a uno de los delincuentes que, al intentar huir, fue tiroteado y alcanzado por dos balas. Se trataba de Lorenzo Evaristo, de 56 años, que fue detenido y ha permanecido en prisión por esta causa hasta el pasado mes de mayo. Su sobrino, residente en Francia, logró huir pero finalmente fue arrestado por la Policía francesa en diciembre de 2014 y extraditado a España, donde se encuentra en situación de prisión provisional. Tras la condena firme, su abogado presentará en los próximos un escrito solicitando la suspensión de las penas de prisión, un asunto que la juez resolverá en ejecución de sentencia.