Un vigilante de seguridad de 42 años y nacionalidad española ha sido detenido en Santa Cruz de Tenerife por amenazar y extorsionar a sus compañeros, a los que exigía dinero a cambio de no informar de la mala prestación del servicio.
El total de las cantidades obtenidas de esta manera fueron unos 10.000 euros, oscilando las peticiones entre los 200 y los 500 euros, según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa.
La investigación se inició hace más de un mes a raíz de la denuncia de un exvigilante de seguridad, compañero del detenido, que desde hacía más de un año estaba siendo obligado a pagar diferentes cantidades de dinero para poder mantener su puesto de trabajo, ya que el detenido era su jefe y se lo exigía para no despedirle.
Todas las víctimas manifestaron que, prevaliéndose de su condición de inspector de servicios, les amenazaba con despedirles si no accedían a sus pretensiones, haciéndoles promesas de obtener contratos indefinidos en la empresa siempre y cuando le entregasen las cantidades de dinero solicitadas, que en algunos casos superaron los 500 euros.
Según la Policía, si bien es cierto que las cantidades que les solicitaba a sus compañeros no eran muy elevadas, éstas suponían para los extorsionados un gran esfuerzo económico que podía llegar a suponer hasta más del 20 por ciento de sus ingresos mensuales.
Tras la investigación policial se determinó que esta persona había exigido dinero a otros seis compañeros más, llegando incluso a obligar a una de ellas a ejercer como avalista para poder financiar la compra de un automóvil, teniendo todos ellos importantes pérdidas patrimoniales.
Una vez tramitado el correspondiente atestado policial se remitió al Juzgado de Guardia de los de Santa Cruz junto con el detenido, que ya había sido en otra ocasión detenido por hechos también vinculados a la seguridad privada.