Un juez ha condenado a dos hombres a indemnizar a dos mossos d'Esquadra a los que agredieron y a un vigilante de seguridad al que dieron un fuerte empujón después de protagonizar un altercado el 3 de enero de 2015 cuando querían subir al tren sin billete en la estación de Sants.
Un juez ha condenado a dos hombres a indemnizar a dos mossos d'Esquadra a los que agredieron y a un vigilante de seguridad al que dieron un fuerte empujón después de protagonizar un altercado el 3 de enero de 2015 cuando querían subir al tren sin billete en la estación de Sants.
En una sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, el titular del Juzgado de Instrucción 6 de Barcelona, Juan Emilio Villa Mallo, obliga al acusado Juan Esterlin C. a indemnizar a uno de los mossos con 150 euros y al vigilante con 250, mientras que Ángel Greudi R. deberá pagar 150 euros al otro de los agentes que intervinieron; todo ello, por tres faltas de lesiones.
Sucedió sobre las 19 horas del 3 de enero de 2015: los dos acusados --junto a un tercero, que era menor-- querían bajar a los andenes sin billete, por lo que intervinieron el vigilante de seguridad y dos agentes de los Mossos, que actuaban de paisano.
Juan Esterlin C. dio un fuerte empujón al vigilante y "propinó bofetadas" a uno de los policías cuando éste ya estaba en el suelo; al mismo tiempo, Ángel Greudi R. dio un fuerte golpe en el pecho al agente, según el relato de los hechos que da por probado la sentencia.
EL JUICIO
En el juicio, el 19 de abril, el vigilante relató que había escuchado un fuerte ruido y vio a un grupo de jóvenes que reventaba una puerta a patadas para acceder al tren sin pagar: "Fui a apoyar a los mossos y uno de los jóvenes me empujó a las vías. Me empujó al tren para matarme, para que el tren me arrollara".
Según su versión, al caer a la vía ocho, donde un tren estaba estacionado, el vigilante se quedó inconsciente --aunque no pudo concretar por cuánto tiempo-- y aseguró que tras los hechos estuvo seis meses de baja "visitando al neurólogo, al psiquiátrico y sufriendo desmayos por ansiedad", ha explicado la víctima, que ahora trabaja para la misma empresa pero en una estación diferente.
Uno de los mossos que intervino declaró que el joven menor de edad le cogió del cuello y le pegó patadas, y que vio cómo otro cogía de la chaqueta al vigilante, se apoyaba con los pies en la pared para coger impulso y lo empujó al andén, tras lo que el vigilante quedó inconsciente.
El otro agente de la policía catalana ha dicho que uno de los agresores estaba dentro del convoy, amenazando e insultando a los policías, y que fue hacia él, se identificó como policía, le pidió que saliera del tren, él desobedeció sus órdenes, le golpeó en el pecho y el agente lo sacó a la fuerza.
Al juicio no se presentaron ninguno de los dos agresores; el que empujó al vigilante a las vías, porque llevaba dos meses ingresado en un psiquiátrico, según explicó en la sala su abogado, que pidió que se tuviera en cuenta la difícil situación del chico y su familia, que está sin trabajo.