La amenaza yihadista tras los atentados de París y Bruselas ha elevado los niveles de alerta durante el torneo
Los atentados terroristas del pasado 13 de noviembre en París y del 22 de marzo en Bélgica han elevado los niveles de alerta terrorista en Europa. Pero los Gobiernos prestan especial atención los eventos más importantes y multitudinarios, lo que convertirá la Eurocopa de Francia en un despliegue sin precedentes de medidas de seguridad.
Francia no sólo sufrió el pasado año los atentados de París del 13N en 2015, sino también el ataque contra el semanario Charlie Hebdo en enero. La conexión con los primeros con los atentados de Bruselas prolongó la sensación de amenaza en el país y, además, el hecho de que una parte de los ataques en la capital francesa se dirigiesen contra el Stade de France elevan aún más alerta sobre la competición.
Ni el Gobierno francés ni la UEFA han llegado en ningún momento a considerar la posibilidad de aplazar o suspender la Eurocopa. Pero el Elíseo sí ha planeado un operativo especial para blindar la competición, empezando por prorrogar el estado de emergencia vigente desde los atentados de París.
Controlar a los 2,5 millones de aficionados que se prevé que acudan a la Eurocopa no será fácil, pero se calcula que unos 120.000 policías y militares participarán en el dispositivo con el objetivo de garantizar su seguridad.
Entre las medidas previstas, las fuerzas de seguridad controlarán de cerca las grandes concentraciones de personas fuera de los estadios, como las 'fan-zones', en las que se someterá a los aficionados a la detección de objetos metálicos. En estos lugares también se rastrearán desde primera hora la posible presencia de explosivos.
En la calle, igualmente, se reforzarán los sistemas de vigilancia por vídeo en todas las ciudades sedes del torneo: París, Burdeos, Lens, Lille, Lyon, Marsella, Niza, Toulouse y Saint-Etienne.
En la entrada de los estadios, los controles de acceso serán especialmente exhaustivos y no se dejará acceder a quienes porten grandes bolsas
Para ello, además de las medidas del Gobierno y las autoridades locales, la UEFA aumentará un 7% la seguridad privada respecto a lo previsto inicialmente. Así, unos 10.000 agentes se encargarán de la seguridad de hoteles oficiales, residencias de las selecciones y centros de prensa.
¿Partidos sin público?
Además, la UEFA ha tomado precauciones en el caso de alertas de seguridad puntuales. La federación europea prevé incluso que se lleguen a disputar partidos sin público o en jornadas diferentes de las previstas en el caso de que exista una amenaza creíble.