2 de marzo de 2015

Solo el 19% de los escoltas ha sido recolocado tras perder su puesto

El Gobierno central dice que "no se estableció un compromiso específico" para recolocarles, "sino una declaración de intenciones"
Sólo un 19 por ciento de los escoltas privados que perdieron su puesto de trabajo en el País Vasco y Navarra a raíz del Plan del Ministerio del Interior para la reducción de protección han sido recolocados en la vigilancia de los perímetros exteriores de los centros penitenciarios una función que el Gobierno ha otorgado a las empresas privadas de seguridad en sustitución de la Guardia Civil.
"En la actualidad, 81 vigilantes que prestan servicios en apoyo a la seguridad en centros penitenciarios habían sido escoltas en el País Vasco o Navarra", dice el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria escrita a la que ha tenido acceso Europa Press. Esa cifra supone el 19 por ciento de los 424 escoltas privados que dejaron de prestar su servicio tras las puesta en marcha del plan de reducción iniciado en 2012.
Este plan tuvo varias fases y la primera de ellas fue precisamente la que afectó a las empresas de seguridad privada. En ese momento había 789 escoltas privados prestando seguridad en el País Vasco y Navarra a un total de 558. De esas cifras se pasó a 365 escoltas privados para proteger a 306 personas, es decir una reducción del 53,74 por ciento de efectivos.

EXPLICACIÓN DEL EJECUTIVO
El Gobierno explica que desde sus competencias "se promovieron iniciativas encaminadas a la recolocación de los escoltas que habían prestado servicio en el País Vasco y Navarra, como por ejemplo el plan de apoyo al servicio de vigilancia que prestan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los Centros Penitenciarios".
Pero admite que "no se estableció un compromiso específico" para recolocarles, "sino una declaración de intenciones de promover actuaciones encaminadas a facilitar su recolocación". Añaden como "prueba de ello" que en la fase inicial "de los 234 vigilantes contratados durante el plan piloto, más de un tercio habían sido escoltas en el País Vasco o Navarra".
Además añaden que "en este sentido, conviene destacar la necesidad por parte de los escoltas de querer incorporarse a las empresas de seguridad como vigilantes, al ser éste un trabajo diferente al que venían desempeñando y, en muchos casos, en ámbitos geográficos distintos a donde residían".