2 de mayo de 2015

Lo que nos importa de un trabajo, en 11 datos

¿Qué factores definen el atractivo de una empresa? ¿Qué es lo que lleva a los trabajadores a quedarse o, por el contrario, a buscar otro empleo? A éstas y otras preguntas responde el último informe de Randstad que, bajo el título Employer branding: Cuando la percepción puede convertirse en realidad, analiza las respuestas de más de 11.500 encuestados en España y más de 225.000 a nivel internacional.
La primera conclusión que se extrae del estudio es que el mercado laboral se encuentra en un punto de inflexión. Los paradigmas están cambiando en todos los sentidos: no sólo evoluciona la situación macroeconómica, sino también el tejido social y, con ello, las inquietudes de los trabajadores. Estos son los datos más llamativos del informe:

LA CONCILIACIÓN FIDELIZA AL EMPLEADO
El equilibrio entre trabajo y vida privada es el principal motivo de un trabajador para quedarse en una empresa, seguido por la flexibilidad y el reconocimiento en el trabajo. La cercanía geográfica es también importante, lo cual no sorprende demasiado, teniendo en cuenta que un tercio de los europeos se estresa más durante el desplazamiento que con la actividad laboral en sí misma.

MÁS PUESTOS DE TRABAJO ≠ MENOS PARO
Se estima que para 2020 la cifra de desempleados alcanzará los 2,5 millones. Paradójicamente, habrá 1,9 millones de puestos sin cubrir por falta de personas debidamente cualificadas. Sobre todo en el sector de la tecnología, la electrónica, la ingeniería y el diseño. No resulta extraño, por tanto, que la electrónica de consumo sea el sector más atractivo para trabajar, seguido por la farmacéutica y la aviación y el transporte.

IGUALDAD… SÓLO RELATIVA
Las divergencias entre hombres y mujeres en cuanto a criterios e intereses en el trabajo se están reduciendo: ambos prestan más atención que antes a la conciliación, aunque las mujeres siguen anteponiéndola a otros factores.
Por el contrario, la convergencia no existe a la hora de elegir sectores. La presencia masculina sigue siendo eminentemente mayoritaria en ámbitos como la informática, mientras que en sectores como la perfumería predominan las mujeres.

A MÁS FORMACIÓN, MENOS IMPORTA EL SUELDO
El estudio de Randstad refleja que los trabajadores con mayor cualificación son los que menos importancia dan a la remuneración salarial. En cambio, priorizan el sentirse realizados con el trabajo que desempeñan, así como la posibilidad de conciliar con la vida privada.
En palabras de Rodrigo Martín, presidente ejecutivo de Randstad España, esto se debe a que confían más en sí mismos, por lo que no buscan tanto la seguridad laboral en su contrato, sino “en ellos mismos, en su propia empleabilidad”.

GRANDES MARCAS = MALA IMAGEN
El 61% de los empleados no quiere trabajar en grandes empresas, asociadas a una buena formación y a un salario decente, pero no en cambio a la seguridad laboral y al buen ambiente en el trabajo, factores que ahora se tienen mucho más en cuenta.

MENOS “SECUESTRO LABORAL”
En los últimos años, los trabajadores se veían obligados a quedarse en el mismo puesto (en caso de tenerlo…) por falta de oportunidades o por miedo a no encontrar nada mejor. Pero, según se desprende de estas encuestas, vuelve a reactivarse la rotación laboral. De hecho, una de cada dos personas espera encontrar un empleo nuevo este año, lo cual se explica con el dato de que el 85% de los trabajadores pierde la motivación después de seis meses en el mismo puesto.

LA FORMACIÓN, BRECHA DIFERENCIADORA
Uno de cada dos ciudadanos españoles sólo posee, en el mejor de los casos, el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y eso se refleja en el desempleo. La tasa de paro en este grupo de población es el doble que entre las personas con más cualificación. De hecho, ya se habla de gap formativo: la falta de cualificación estará abocada a la precariedad.

JÓVENES, CON MIRADA INTERNACIONAL Y SOCIAL
La llamada generación Z (nacidos de los 90 en adelante) viene pisando fuerte con unas inquietudes diferentes a las de sus padres. Según el estudio, los más jóvenes dan prioridad a una visión internacional y a los valores de la empresa; con la mirada puesta en el futuro, se preocupan más que sus progenitores por cuestiones sociales, como la conciliación y el medio ambiente.

LAS EMPRESAS FALLAN AL CONTRATAR
Una tercera parte de las empresas se considera ineficaz en la contratación de empleados. Además, estiman que el 40% de las promociones internas han sido un fracaso.

ESPAÑA NECESITA GENTE
Con la pirámide de población en contra -en 2017 habrá más muertes que nacimientos-, el éxodo juvenil -desde 2008 se han marchado al extranjero más de dos millones- y la falta de oportunidades para inmigrantes -de las personas contratadas en 2014, sólo el 1% era extranjero, pese a que el 10% de la población en España es inmigrante-, se estima que dentro de 15 años España tendrá un millón de habitantes menos. Actualmente, la media de edad en nuestro país es de 42 años.

EDUCACIÓN Y TRABAJO DEBEN IR DE LA MANO
Al analizar los resultados del estudio, Rodrigo Martín menciona la necesidad de vincular las reformas en el mercado de trabajo con las del sistema educativo. En su opinión, la educación no tiene que perder de vista la empleabilidad y cita, por ejemplo, la Formación Profesional dual, “que en Alemania funciona muy bien y en España no acaba de cuajar”.
También sugiere “modificar el sistema de becarios para que se entienda como formación y no como subempleo” e informar más sobre las “materias STEM” (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), ya que sólo un 1% de los universitarios las estudia pese a ser las más potentes. “No se trata de romper vocaciones, pero hay que ser realista y la tendencia global indica que la tecnología está automatizando muchos puestos”, señala. En definitiva, Martín pide “acercar la empresa a la educación” y así “cerrar la enorme brecha que hay entre estos dos mundos”.