Entre los ejemplares muertos se encontraban milanos, águilas, cuervos o búhos.
Miembros de la Seprona hallaron gran cantidad de lazos metálicos, cepos y jaulas trampas con cebo vivo.
La Guardia Civil de Cuenca ha detenido al vigilante de caza de un coto de la localidad conquense de Villar de la Encina como presunto responsable de la muerte de 44 ejemplares de distintas especies incluidas en el catálogo regional de especies amenazadas de Castilla-La Mancha, tras la colocación de procedimientos masivos y no selectivos de captura de animales.
Los hechos que han originado esta detención fueron detectados por agentes medioambientales de Castilla-La Mancha que, cuando realizaban una inspección rutinaria, localizaron ejemplares muertos de aves rapaces. Las causas de estas muertes no fueron establecidas inicialmente, quedando a expensas de practicar las oportunas necropsias.
Entre los ejemplares muertos se encontraban siete milanos negros, un milano, un milano real, tres águilas reales, seis cuervos, seis azores, nueve ratoneros comunes, nueve búhos reales, un águila culebrera y una gineta, según ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
Lazos metálicos y cepos
Tras notificar los hechos al Seprona de la Guardia Civil y ante la posibilidad de que la muerte de las aves pudiera haberse originado por la ingestión de cebos envenenados, se decidió activar los protocolos de búsqueda y recogida de cebos/cadáveres previstos en el Plan regional del uso ilegal de venenos.
En la exhaustiva búsqueda por el coto en el que habían sido hallados los animales muertos no se localizaron cebos envenenados lo que, junto con los resultados de las necropsias, permitieron descartar esta hipótesis y establecer una nueva línea de investigación tras el hallazgo de gran cantidad de lazos metálicos, cepos y jaulas trampas con cebo vivo (procedimientos masivos y no selectivos para la captura de animales).
A partir de ese momento se inició una investigación conjunta encaminada a la identificación del autor de estos hechos, tras la cual se obtuvieron pruebas que apuntaban a la responsabilidad del vigilante de caza, por lo que la Guardia Civil detuvo a esta persona por considerarla presunta autora de dos delitos relativos a la protección de la flora y fauna silvestres.
La Guardia Civil y agentes medioambientales continúan con la investigación para esclarecer completamente de los hechos.