JORDI RUIZ CASTELLÓ Los drásticos recortes impuestos por el Consell al gasto corriente del aeropuerto de Castelló también han afectado a la seguridad privada de la infraestructura. La Guardia Civil y la Policía Autonómica han asumido el control de las instalaciones por la noche, un servicio que ha dejado de prestar una empresa de seguridad externa.
La proximidad de la comisaría de la Policía autonómica de Vall d'Alba, en servicio desde hace un año, ha llevado al gobierno valenciano a asignarle la vigilancia del aeropuerto. No en vano, una de las competencias del cuerpo es la custodia de los edificios de la Generalitat, de ahí que se le haya encomendado la de las instalaciones de Vilanova-Benlloch, que permanecen cerradas. Esta labor también la presta la Guardia Civil, que patrulla la zona para evitar la entrada de intrusos en la base, donde hay equipos que han supuesto una inversión multimillonaria.
Fuentes de la Generalitat explicaron que los recortes en seguridad privada -que incluyen la amortización de la plaza de director de seguridad- cuentan con un informe jurídico favorable. Las mismas fuentes subrayaron que la presencia de la Guardia Civil y Policía autonómica garantizan el control de las instalaciones por la noche. Durante el día, se mantiene la presencia de vigilantes de seguridad en la entrada del aeropuerto y en su perímetro vallado, mientras que en horario nocturno asumen estas funciones las fuerzas y cuerpos públicos.
El presidente de Aerocas, José Císcar, trasladó al consejo de administración de Aerocas su intención de reducir en un 81 % el gasto corriente de la sociedad entre 2013 y 2014, hasta dejarlo en menos de un millón de euros. Un ahorro que se pretende conseguir, en gran parte, gracias a la rescisión de contratos externos. Según el presidente de Aerocas, con un millón de euros basta para garantizar todos los procesos de certificación y conservación del aeropuerto de Castelló.
Por otra parte, el Consell perfila la licitación del contrato de gestión del aeropuerto, que supondrá un importe máximo de 2,5 millones de euros en el primer año. El objetivo es que a partir del quinto año, si se alcanzan los 360.000 pasajeros, el aeropuerto suponga un coste cero para las arcas autonómicas.
Real Decreto
El Consell pretende abrir por horas la infraestructura en función de la demanda. Se acogerá a un Real Decreto que prepara el Gobierno para los aeropuertos de tráfico débil, que permitirá que éstos ajusten su horario al tráfico de aviones para no incurrir en gastos innecesarios. El decreto no ha sido aún aprobado, pero la Generalitat confía en que esté vigente cuando la base de Castelló esté en condiciones de operar.