Carné para los porteros de discoteca. Quienes controlen el acceso a las salas deberán superar un examen psicotécnico y no podrán intervenir en ninguna pelea o altercado que ocurra en las puertas o en el interior del local. Su labor se diferencia de los vigilantes de seguridad privada y tendrán que figurar en un registro del Gobierno canario. Varios empresarios apoyan estas medidas.
Los porteros de discoteca deberán tener un carné profesional tras superar una prueba psicotécnica. Este es uno de los elementos incluidos en el nuevo reglamento de las Actividades Clasificadas y los Espectáculos Públicos aprobado recientemente por el Gobierno canario. De esta manera se pretende controlar la actividad de estos trabajadores locales de ocio nocturno, que, a raíz de diferentes casos con gran repercusión mediática, ha generado numerosas polémicas en los últimos años, con clientes que acaban heridos graves o, en algunas ocasiones, fallecidos. La nueva normativa impulsada por el Ejecutivo estipula que, paralelamente, cada establecimiento deberá tener un número de trabajadores de seguridad en función de su aforo.
Además, otra de las novedades introducidas de forma expresa en el citado documento consiste en que el propietario de un local de ocio nocturno debe preocuparse de evitar que en el exterior de su negocio haya ruidos excesivos, el fenómeno del “botellón” o reyertas. Ahora, los dueños de estos establecimientos están obligados a avisar a las fuerzas de seguridad para evitar estos fenómenos, que resultan problemáticos para las personas que residan en las inmediaciones del citado recinto e, incluso, para los propios clientes de esa discoteca en el momento de salir o entrar a la misma.
La viceconsejera de Administraciones Públicas del Gobierno canario, Carmen Nieves Rodríguez Fraga, explica que, en el caso de los porteros, a partir de ahora será obligatorio que dichos trabajadores superen un examen que les permita acceder al carné de controlador de acceso a un local y, paralelamente, figurar en un registro de la Comunidad Autónoma.
Los porteros deberán superar la prueba psicotécnica en el plazo de un año desde que se convoque el primer examen. Los controladores de acceso a discotecas o espectáculos públicos, al igual que el resto de personal del establecimiento o de la organización, no podrán ejercer tareas propias de los vigilantes de seguridad privada. Es decir, que en el momento en que existan alteraciones del orden, peleas o reyertas, deberán comunicarlo inmediatamente a los trabajadores de la seguridad privada o a la Policía Nacional, la Guardia Civil o las policías locales. Sólo en los casos en los que la urgencia lo requiera, los porteros podrán llevar a cabo acciones de auxilio. Una de las funciones de los porteros será dirigir y ordenar la entrada de personas al interior de los establecimientos para no perturbar el desarrollo de la actividad.
Además, deberán comprobar que el número de clientes no exceda el aforo máximo autorizado y, si fuese necesario, deberán impedir la entrada de más individuos. Constatarán las condiciones del derecho de admisión reglamentariamente regulado, pero no pueden revisar bolsos y carteras. Para impedir el acceso de las personas que incumplan las condiciones de admisión autorizadas, presenten resistencia o alteren el orden, los controladores de acceso deberán avisar al personal de seguridad privada si el local lo tuviera, o avisar a las fuerzas de seguridad. De la misma manera, tampoco podrán intervenir en las peleas o reyertas que tengan lugar dentro del local.
A los porteros también les corresponde velar por el buen funcionamiento de los vestíbulos acústicos de doble puerta, así como controlar el tránsito por las zonas reservadas o evitar que las vías de evacuación estén obstaculizadas. Además, tendrán que impedir que las bebidas adquiridas dentro del local sean sacadas por los clientes al exterior del establecimiento. Otra de sus responsabilidades será impedir el acceso de personas cuando se haya cumplido el horario de cierre del recinto. Los porteros podrán controlar el aparcamiento de vehículos e intervenir en la captación de clientes para el acceso al local.
Según el nuevo reglamento de actividades clasificadas y espectáculos públicos, los controladores de acceso deben respetar los derechos fundamentales y libertades públicas de las personas. Tampoco podrán actuar de forma arbitraria ni abusar de su posición. Además, los porteros no deberán ingerir bebidas alcohólicas, drogas ni sustancias tóxicas o psicotrópicas.
Tampoco podrán portar ningún tipo de armas. Los requisitos para acceder a las pruebas y el carné de habilitación como controlador de acceso consisten en ser mayor de 18 años y encontrarse en plenitud de derechos civiles; tener nacionalidad española o de cualquier otro país de la Unión Europea, o bien disponer de permiso de residencia y trabajo; carecer de antecedentes penales y poseer el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria. El carné de portero tendrá una validez de tres años y podrá ser renovado con la superación de las pruebas psicotécnicas.
La habilitación podrá ser revocada por una condena penal firme por delito o falta por comportamiento manifiestamente violento o contrario a la dignidad o derechos fundamentales de las personas; incumplimiento de las funciones y deberes con consecuencias graves e irreversibles, así como por obstrucción a la labor administrativa inspectora.
La nueva reglamentación atribuye a los controladores de acceso el evitar que se supere el aforo del establecimiento para el que trabajan y también podrán captar clientes.
Luis Rivero, propietario de varias salas, como Nooctúa
Luis Rivero, empresario propietario de salas tan conocidas como Nooctúa, está a favor de las nuevas medidas recogidas por el Gobierno canario para controlar la actividad de los porteros de discotecas. Rivero comenta que “siempre hemos trabajado con gente preparada”, pero reconoce que en otros locales ha trabajado personal “no tan formado”. Explica que en las entradas a los establecimientos no puede haber individuos que, a veces, generan más problemas que soluciones. Rivero coincide en que los porteros deben estar, entre otras cosas, para evitar que entren menores, indicar y señalizar las vías de evacuación en casos de emergencia, o bien avisar a los vigilantes de seguridad y las fuerzas de seguridad si surgiera algún altercado.
José Luis Langa, empresario de ocio nocturno
Uno de los socios propietarios del local People, José Luis Langa, valora positivamente que el nuevo reglamento amplíe el horario de las grandes salas, lo que les da ventaja frente a otro tipo de locales. Respecto a los porteros, Langa reconoce que la presencia de controladores de acceso con formación específica ayuda a evitar problemas.
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