La merma en los servicios de vigilancia disparan las alarmas en los trabajadores de Inditex
Una cajera de la tienda Zara del número 376 de la calle de Alcalá, en Madrid, encontraba la tarde del lunes una alarma en el vestidor. “Otra más, era una prenda de niño. Aquí está la descripción para que la ingreses al sistema”, explicaba a una de sus compañeras. En el establecimiento, los trabajadores no esconden el aumento de hurtos durante los últimos meses. “Aquí roban todos los días. Tienen muchas técnicas pero saben cuándo hay menos personal, en las horas del mediodía, para actuar”, explica una dependienta.
Las empresas del grupo Inditex aplican una política de reducción de costes de seguridad en los establecimientos, según explican los trabajadores de Madrid. Las tiendas del centro comercial La Dehesa, en Alcalá de Henares, no cuentan con vigilantes de seguridad. Tampoco las tiendas de Quintana, en la calle de Alcalá. En otros establecimientos como los de Goya mantienen vigilancia sólo en horas punta.
En el centro comercial Parquesur, todas las marcas (Zara, Lefties, Bershka, Stradivarius y Zara Home) comparten un único vigilante, una modalidad que también se aplica en el centro comercial Xanadú, según explican los trabajadores del grupo.
Confrontación
Los dependientes y cajeros también asumen la labor de intentar evitar los robos donde no hay servicios de vigilancia contratados. “Lo que más nos preocupa es la seguridad de los trabajadores. A veces cuando evitan un robo son amenazados. Y cuando van a un juicio de testigos, los ladrones tienen acceso a sus datos, algo que comienza a inquietar”, explican los representantes de Comisiones Obreras en Inditex.
Los trabajadores han solicitado medidas a la empresa, que durante las últimas semanas ha ampliado el personal de seguridad en los locales más afectados. “Además de que necesitamos vigilancia, tenemos poco personal”, explican en la tienda de la calle Alcalá.
Según los sindicatos, Inditex mantiene una política de recortes sostenidos en personal desde hace cuatro años, a pesar del buen ritmo de ventas y de los altos beneficios de la multinacional en España.