El joven captaba a sus compañeros de instituto, a los que pedía el DNI para inscribirlos en curso pero que acababan dados de alta para que la empresa de su madre recibiera subvenciones de la Seguridad Social
Todo era falso, salvo alguna cosa. Una madre y su hijo de 18 años son los presuntos cabecillas de una trama criminal desarticulada por la Policía Nacional y que se dedicaba a realizar contratos falsos a jóvenes sin su consentimiento para defraudar a la Seguridad Social y beneficiarse de las subvenciones que recibían. Según ha podido saber este periódico, esta trama ha podido ser desarticulada gracias a la denuncia de un padre y su hijo, también de 18 años, que fueron víctimas y que no dudaron en acudir a la Policía Nacional en cuanto fueron conscientes de lo que estaba pasando.
Esta semana, la Policía Nacional informó de una operación en la que desarticuló esta trama que defraudaba a la Seguridad Social con contratos falsos. La operación se desarrolló a finales del mes de marzo y concluyó con 17 detenidos. Todos han pasado ya a disposición judicial, acusados de los delitos de falsedad documental, estafa, contra la Seguridad Social y organización criminal. Pero lo que no se sabía era cómo funcionaba.
Según las fuentes consultadas por este periódico, el hijo de 18 años era el encargado de captar nombres, apellidos y DNIs que su madre daba de alta en su empresa, llamada Magerfincor y domiciliada en la casa donde vivían en Córdoba capital. El joven convencía a sus compañeros de clase de apuntarse a hacer cursos de formación (algunos eran de vigilante de seguridad) en la empresa de su madre que tenían buena salida laboral. Después, les pedía una imagen del DNI a través del whatsapp y hasta ahí. Sus compañeros nunca empezaban los cursos. De hecho, lo que no sabían es que poco después eran dados de alta como trabajadores en formación y comerciales en la empresa de esta familia y acababan enterándose cuando recibían un escrito de la Inspección General de Trabajo en el que los citaba a declarar. La Inspección quería saber si efectivamente eran trabajadores reales o fantasmas.
Esta trama organizada obtenía beneficios fraudulentos por las subvenciones de los cursos y bonificaciones a las cuota de la Seguridad Social por la contratación de menores de 21 años, así como deducciones del impuesto del IVA. Las fuentes destacan que madre e hijo llevaban un alto nivel de vida, fruto, supuestamente, de este fraude organizado.
Los contratos que se realizaban, sin conocimiento ni firma de los adolescentes captados, tenían además una parte de formación. En concreto, se reservaban diez horas de formación a la semana que los empleados supuestamente tenían que hacer en una empresa de Sevilla, algo que nunca ocurrió y por lo que la operación policial se ha extendido también a esta provincia.
Las fuentes han detallado que además de en el instituto, esta madre y su hijo captaba a sus víctimas a través de internet, donde ponían anuncios sobre cursos de formación gracias a los que también se hacían con fotografías de DNIs y por los que también les daban de alta.
A finales del mes de marzo, en vista de todo lo investigado, los agentes procedieron a la detención en Córdoba de los dos cabecillas (madre e hijo) del entramado como presuntos autores de los delitos de falsedad documental, estafa, contra la seguridad social y organización criminal, además de obtener numerosa información con la que proseguir la investigación.
Fruto del análisis de material incautado en esas primeras detenciones, así como de la investigación previa, los agentes consiguieron identificar a cuatro personas más en Sevilla, que habrían participado tanto en la creación de la empresa como en los trámites, acceso a cursos de formación y captación de trabajadores fraudulentos. Asimismo también se detuvieron a 12 falsos trabajadores de una empresa cordobesa con sede en Sevilla, los cuales estaban en connivencia con los anteriores para acumular días cotizables y percibir prestaciones, que de otro modo no les corresponderían.