La vigilante del Louvre es la primera novela de Lara Siscar, uno de los rostros más conocidos de Televisión Española. La trama gira alrededor de uno de los cuadros malditos del siglo XIX, El origen del mundo de Gustave Courbet, que llevó una existencia casi clandestina durante más de un siglo y sufrió vicisitudes de todo tipo.
Diana es vigilante en el Louvre. Desde hace cinco años pasea todos los días por sus salas admirando los detalles de las obras maestras allí expuestas. Ha adquirido la costumbre de hablar y relatarles los pormenores de una vida que ha ido instalándose en la rutina, muy a su pesar. Una exposición temporal sobre la obra de Gustave Courbet llega al museo y produce en Diana una fascinación inmediata, incluso llega a cambiar ciertas cosas de sí misma de un modo inesperado.