En el día de ayer concluyó, sin acuerdo, el periodo de consultas del proceso dedespidos colectivos para 109 vigilantes de metro que prestan servicio en Seguridad Integral Canaria, adjudicataria del servicio de seguridad de parte de las líneas metro 2,5,6,10 y metro sur en el Suburbano de Madrileño.
La empresa presentó la medida argumentando causas organizativas y de producción debido a la reducción de personal de un 40% que, según la empresa, metro de Madrid le obliga por contrato.
La propuesta no era nueva, ya que hace un año presento un ERE para 90 personas, que finalmente no se llevó a efecto, ahora, con las facilidades que otorga la legislación, vuelve a intentarlo a pesar de tener beneficios.
Durante el proceso, que ha rebajado a 94 despidos, USO ha mantenido una postura de rechazo, ya que la empresa, desde que se hizo cargo del servicio hace dos años, ha realizado 104 contrataciones, siendo conocedora, desde antes de comenzar a gestionar el servicio de vigilancia de metro, de los mínimos exigidos por este, no habiendo por tanto una pausa sobrevenida que justifique los despidos.
Así mismo, a través de la documentación requerida durante el proceso, se constata que en la empresa se realizan un número elevado de horas extraordinarias, que si se suprimieran podrían minimizar sustancialmente el número de despidos.
También, a pesar de que la empresa no ha aportado el balance de cuentas del grupo RALONS, al que pertenece, se ha conocido que cuenta con una reserva voluntaria de 11 millones de Euros, luego la voluntad de los despidos es tan clara y arbitraria como inaceptable.
Por todo esto se han propuesto alternativas para evitar la extinción de ningún contrato tales como: supresión de las horas extras, elaboración de un calendario vacacional, jubilaciones parciales, recolocaciones en otros servicios, bajas voluntarias y una mejora de la organización del trabajo.
Las propuestas han sido suscritas por el resto de sindicatos implicados, así como por la Representación Legal de los Trabajadores, mostrando unitariamente el rechazo absoluto a los despidos planteados por la representación de la empresa que sigue en sus trece de llevar acabo los despidos.