Los directivos del sector advierten de que «la protección tiene repercusión en la continuidad del negocio»
Algo tan básico como sentirse seguro en un centro comercial o en un recinto donde se celebra un concierto puede no estar garantizado, en ocasiones, por culpa de los recortes que la mayoría de las empresas ejecutan con la crisis económica como excusa. Los profesionales de la seguridad privada lo tienen claro. «La protección tiene repercusión en la continuidad del negocio», aseguró ayer Vicente Hernández, presidente de la Asociación de Directores de Seguridad Privada Online (Adispo), en la primera jornada de profesionales del sector en la Región, celebrada en la sede de Fremm. Hernández afirmó que «estamos reclamando que el nuevo Reglamento de Seguridad Privada contemple la constitución de departamentos de seguridad decentes tanto en las empresas privadas como en las públicas».
El presidente de Adispo demandó, asimismo, más formación para los profesionales del sector, con el fin de que estén preparados para hacer frente a todo tipo de situaciones de emergencia, y puso como ejemplo los atentados del 11M en Madrid. «Precisamente los primeros que atendieron a los heridos fueron los vigilantes de seguridad. Por tanto, la formación que tenga ese personal es trascendental, porque saber primeros auxilios o cómo manejar un desfibrilador para reanimar a un infartado son aspectos que pueden salvar vidas», destacó.
Imagen «mejorable»
En cuanto a la imagen que la sociedad tiene de los profesionales de seguridad privada, Hernández se mostró tajante: «Es mejorable». Lamentó que su sector no esté tan valorado como otras instituciones como la Guardia Civil, lo que achacó a que «la gente no se da cuenta de que los vigilantes privados están en estaciones de trenes o estadios de fútbol. Esto es como la salud, si no hay problemas no pasa nada. Pero cuando pasa algo puede haber fallecimientos y heridos, sobre todo cuando hay mucha gente».
El presidente de Adispo se expresó también acerca de las delicadas relaciones entre los profesionales de seguridad privada y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad estatales, autonómicos y locales. Admitió que «hay parte de la Administración a la que le cuesta un poco [aceptarles] porque piensan que van a invadir sus competencias» y apostó por tener claro que «la seguridad privada tiene su hueco; no tiene por qué haber fricciones, pero las hay».
En la I Jornada de Seguridad Privada intervinieron profesionales de este sector en el juego, la sanidad y el ocio, además de representantes de Protección Civil, Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil.