Ecologistas en Acción saluda la decisión del Tribunal Supremo de revocar el el indulto de Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas. La organización, que interpuso el recurso para anularlo, espera que el empresario asuma ahora la responsabilidad por las obras ilegales realizadas en un espacio protegido y que la sentencia por la que fue condenado se lleve a efecto.
El Tribunal ha reconocido por mayoría la legitimación de Ecologistas en Acción para oponerse al indulto mediante recurso contencioso administrativo, frente a los argumentos de que la organización no fue parte en el procedimiento.
El empresario había sido condenado a tres años de prisión e inhabilitación por construir un estanque, aparcamientos, un camino y un vallado en una propiedad ubicada en un suelo de especial protección de la isla canaria llamado Pino Santo. Actuó con "total desprecio a la ordenación legal del terreno”, según apuntó un juzgado de lo penal de primera instancia y ratificó después la Audiencia Provincial. Pero en octubre de 2014 el Consejo de Ministros indultó a Ramírez sin razón justificada.
Ecologistas en Acción interpretó que la decisión se inscribía en una dinámica de concesión de indultos a empresarios y políticos condenados por graves delitos y en un momento de alarmante permisividad ante delitos medioambientales y urbanísticos. En el caso concreto de Miguel Ángel Ramírez, la organización consideró escandaloso que el indulto se concediera con la condición de que procediera a la demolición de las obras ilegales, obligación que ya estaba contenida en la sentencia de condena. Por ello interpuso un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo.
Ahora el Tribunal Supremo invalida el recurso y exige que se aporten las consideraciones de todos los órganos judiciales que sentenciaron. La Audiencia Provincial de Gran Canaria no aportó su valoración a la concesión del indulto y deberá hacerlo ahora.
Ecologistas en Acción subraya la necesidad de que no se repita el indulto y de que la sentencia se lleve a efecto. La reposición del suelo a su estado original sigue pendiente.