Achaca la polémica a que «se mezclan churras con merinas» debido a «las reivindicaciones laborales de un colectivo menor»
«Se aprovechan las reivindicaciones de un colectivo de vigilantes, un colectivo quizás menor, y se mezclan churras con merinas. Tal parece que el centro es un caos, cuando Sograndio es un centro modélico y sometido a un control exhaustivo por la Fiscalía». El fiscal de menores de Asturias, Jorge Fernández Caldevilla, quiso zanjar ayer la polémica que rodea al centro de internamiento de menores de Asturias. El ubicado en Sograndio y en el que en los dos últimos meses se han sucedido fugas, incendios y altercados, con denuncias ante su departamento presentadas por la Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (Avispa) y respaldadas por informes de los educadores.
Para Fernández Caldevilla, todo se debe «las reivindicaciones de un colectivo de vigilantes», aunque los aludidos recordaron ayer que aún no tienen respuesta de las dos denuncias presentadas por el uso de cámaras de vigilancia en las celdas de aislamiento de los menores y por la «caótica» gestión del centro, con castigos excesivos ni, tampoco, «de las doce denuncias presentadas por vía administrativa», recordó el coordinador de Avispa, Jorge Fernández Cuesta.
Código de buenas prácticas
Las declaraciones del fiscal de menores se produjeron en el primer seminario Medios de comunicación e Infancia organizado por la Consejería de Bienestar Social y Vivienda con la colaboración de la gestora del Colegio Profesional de Periodistas de Asturias, la Asociación de la Prensa de Oviedo y Unicef Asturias.
En el acto, además de la periodista de EL COMERCIO Idoya Rey, participaron el director del Observatorio de Infancia, Carlos Becedóniz, y el director general de Políticas Sociales, Enrique Rodríguez Nuño. Este último, como anfitrión, planteó la necesidad de elaborar un código de buenas prácticas, para mejorar el tratamiento informativo de todas las noticias en las que los protagonistas sean menores. Rodríguez Nuño lamentó «algunos enfoques que perjudican a los menores» y puso como ejemplo «algunos calificativos empleados para hablar de menores objeto de protección dentro de la red pública del Principado».
Desde Unicef se pidió que «se mantenga siempre claro que hay que anteponer el interés del menor a cualquier otra cosa».