Ya condenados a 15 años por el crimen, uno de los autores acepta casi 2 años más por la sustracción de la carabina y de dos coches -El otro aún debe ser juzgado por estos hechos
En junio de 2009 la Audiencia Provincial de Pontevedra condenaba a 15 años y medio de prisión a los dos autores del crimen del vigilante de seguridad muerto el 15 de agosto de 2007 mientras realizaba una ronda en el polígono industrial de O Rebullón en Mos. Aquel juicio con jurado popular sentenció el delito más grave, el asesinato, pero no los demás hechos cometidos entonces por ambos jóvenes en una escalada delictiva que duró varios días, entre ellos el robo del vehículo y del arma de fuego -una carabina- que se usaron en el homicidio. Y la vista por estos ilícitos se celebró ayer -en parte- en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo, casi nueve años después de que sucedieran. Uno de los asesinos, Roi Caride Ballesteros, aceptó un año y once meses de cárcel por esos robos y por tenencia ilícita de armas, mientras que un amigo, Damián V.C., ajeno al asesinato pero que participó en la sustracción de la carabina, se conformó con un año y tres meses. Dado el tiempo transcurrido se les benefició con la atenuante de dilaciones indebidas. El que no fue juzgado ayer fue Manuel dos Anjos Machado, el otro condenado por la muerte a tiros del vigilante y que como los anteriores en la actualidad está en prisión, por lo que la vista contra él será más adelante.
Los hechos juzgados ayer se remontan a ese agosto de 2007 y sucedieron días antes del crimen. El primer ilícito fue el robo por parte de Roi y Manuel entre el 8 y el 9 de agosto de un Renault Clío que estaba estacionado en el aparcamiento del Hospital do Meixoeiro, vehículo con el que estuvieron circulando hasta que lo abandonaron en un camino de tierra próximo a la avenida de Madrid, llevándose antes de su interior dos pares de gafas de sol y una cazadora.
Días después, entre el 13 y el 14 de agosto, sustrajeron en el mismo lugar otro Renault Clío. De forma previa, y en este caso conjuntamente con su amigo Damián, habían entrado en una casa en la que, entre otros efectos, robaron una carabina del calibre 22 junto con su cargador y más de una docena de cartuchos metálicos.
Con ese arma los tres acusados estuvieron haciendo ejercicios de tiro al blanco en un monte. Pero esa carabina fue también la utilizada por Roi y Manuel en el crimen, el 15 de ese agosto, del vigilante de seguridad Xosé Álvarez Nión de 21 años, que recibió dos tiros en la cabeza dentro de un coche cuando realizaba una ronda en el polígono industrial de O Rebullón. Hasta allí los asesinos se habían trasladado en el último Renault Clío robado: Manuel fue el autor material de los disparos y Roi participó en el homicidio ya que se situó ante el coche de la víctima para que no pudiese huir, buscó una piedra para romper el cristal de la ventanilla que permitiría rematarlo y se fue de fiesta con su amigo y otros jóvenes tras estos hechos.
Cuando Manuel fue detenido al día siguiente del asesinato junto al coche robado se halló en el interior del mismo el arma de fuego.