El delegado del Gobierno asegura que las medidas de control se intensificarán en puntos de concentración ciudadana
Decenas de manifestaciones exigieron ayer desde la Comunidad gallega el fin del fanatismo y de la barbarie yihadista
La réplica de los atentados que el pasado viernes conmocionaron Europa también se ha dejado sentir en Galicia. Miles de gallegos participaron ayer en las concentraciones que Xunta, Parlamento, ayuntamientos, universidades y otros centros de trabajo organizaron para exigir el fin del fanatismo y la barbarie. Un clamor ciudadano que coincidía en el tiempo con la intensificación de las medidas de vigilancia en lo que se consideran los principales objetivos terroristas de la Comunidad. O lo que es lo mismo, en la Catedral de Santiago y su entorno y en las zonas que registran una mayor afluencia de personas. Así lo indicó el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, que explicó que las medidas de control en estos puntos calientes se han reforzado con motivo de la alerta yihadista desatada por la matanza en París.
«Se van a intensificar los controles por parte de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de las policías locales en puertos, aeropuertos, medios y vías de transporte y, en definitiva, en lugares donde se concentre mucha gente porque el objetivo puede ser cualquiera», desde una sala de fiestas a una playa, ejemplificó Villanueva. En el caso de la Catedral de Santiago —un enclave estratégico que ya fue señalado por el Ministerio del Interior tras el ataque al «Charlie Hebdo»— el refuerzo pasará por mantener en sus inmediaciones patrullas (uniformadas y de paisano) las veinticuatro horas del día.
Un nivel «muy alto» de alerta
Consultadas a este respecto, fuentes policiales aclararon que buena parte de esta labor recae en manos de las Unidades de Intervención Policial, que en el caso de Santiago deben desplazarse desde otros puntos de la Comunidad. Sus servicios se completarían con otros efectivos del CNP de la ciudad, que deben garantizar la cobertura a la que obliga el nivel cuatro sobre cinco de alerta terrorista que ahora mismo rige en todo el territorio nacional. En guardia por la masacre de París y a un mes de la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago (el próximo 13 de diciembre), los agentes de Policía de la ciudad se quejaron ayer de la falta de medios humanos para atender todos los servicios que se les requieren. En este sentido, fuentes del Sindicato Unificado de Policía aseguran que en la capital gallega «habrá a final de año 50 plazas vacantes sin cubrir». Desde la Unión Federal de Guardia Civiles reclaman más chalecos antibalas para cumplir la orden que obliga al reforzamiento de las medidas de seguridad correspondientes al nivel 4 del plan de prevención dictado por la Secretaría de Estado de Seguridad. Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunidad envió un mensaje de tranquilidad al insistir en que «trabajaremos entre todos para garantizar la seguridad de todos los gallegos».