Hay un dicho muy popular que dice "no te fíes ni de tu sombra", y en nuestra profesión es algo que deberíamos llevar a rajatabla. Pero la realidad es bien distinta y al final terminan algunos hasta creyéndose parte del personal del lugar donde trabaja. Y sucede siempre lo inevitable, el exceso de confianza mata al vigilante y a al respeto que le deben de tener. Aquí tenéis un vídeo donde se usa una menor para realizar un robo. En este caso, dos mujeres distraen a la dependienta para que la niña cometa el robo. Otra delincuente en potencia y unos padres sin escrúpulos que le están forjando un futuro carcelario y de desgracia a la menor, mientras sirve para sus trapicheos.