La eléctrica, que nombró a Helena Revoredo consejera independiente en noviembre de 2014, ha contratado a la empresa de seguridad para un servicio "personal" por 3,5 millones de euros
Endesa ya tiene una empresa amiga que la vigile con total seguridad. Se trata de Prosegur, compañía contratada el pasado mes de junio, apenas medio año después de que su presidenta, Helena Revoredo Delvecchio, entrase a formar parte del consejo de administración de la eléctrica dirigida por Borja Prado. Así consta en documentación interna de la compañía energética, que pagará 3,51 millones de euros a Prosegur por un servicio de protección personal por tres años.
En la citada documentación no se detalla el motivo por el que se contrata un servicio de esas características. No obstante, dado que la empresa ya no tiene presencia en el exterior después de que la italiana Enel, su mayor accionista, se quedase con todo el negocio estratégico en Latinoamérica, el servicio se vincula con altos cargos de la firma
La importancia del contrato es tal que, pese a que la cuantía no es elevada, tuvo que ser aprobado por el propio consejo de administración de Endesa en la sesión del pasado 15 de junio. Para evitar un posible conflicto de interés, Helena Revoredo, que fue nombrada consejera el 5 de noviembre de 2014, no participó en la deliberación y en la aprobación del contrato con Prosegur, su propia empresa, de la que es la mayor accionista con el 50% del capital. Ambas sociedades ya tenían relaciones comerciales desde 2012, si bien hasta la fecha no habían cuantificado el importe.
Revoredo, la primera mujer en sentarse en el órgano de gobierno de Endesa, entró en calidad de independiente para cumplir con la recomendación de buen gobierno corporativo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que exige que al menos un tercio de los miembros del consejo no tenga vinculaciones accionariales con la compañía. Junto a la presidenta de Prosegur, Endesa cuenta con los servicios independientes de Miquel Roca Junyent y de Alejandro Echevarría, consejero de Mediaset, la cadena de televisión Telecinco, que también tiene en nómina a la propia Helena Revoredo y al mismo Borja Prado, presidente de la eléctrica.
Relaciones cruzadas
Pese al potencial conflicto de intereses y al celo de la CNMV por que las empresas cumplan con las mayores exigencias de independencia, no es la primera vez que Endesa contrata servicios de compañías que tienen una relación contractual con sus consejeros. De hecho, durante los dos últimos años, ha tenido a Miquel Roca Junyent como abogado de una de sus filiales.
Según consta en el informe de retribuciones de la eléctrica correspondiente a 2014, el grupo eléctrico liderado por Borja Prado reconoce que contrató los servicios del Despacho Roca Junyent para el asesoramiento jurídico a una de sus empresas, Endesa Distribución Eléctrica. Para la firma, la contratación de los servicios del abogado catalán, defensor actual de la infanta Cristina en el caso Urdangarin, no es relevante en lo que se refiere a los honorarios, los cuales no especifica porque “no son significativos”.
En el citado informe tan solo indica que la elección de Despacho Roca Junyent para la citada tarea se aprobó con el visto bueno del comité de auditoría y cumplimiento, y del consejo de administración, sin que en dichas reuniones interviniese Roca. Es más, al referir los conflictos de intereses que afrontaron sus consejeros y que les obligaron a ausentarse del cónclave, la sociedad detalla que "el 28 de abril de 2014 aprobó la contratación del bufete del también consejero de ACS para la emisión de un dictamen sobre la existencia de una servidumbre de paso a favor de la línea eléctrica de 132 kV". Roca fue elegido consejero independiente del grupo energético en 2009, cuando Enel se hizo con la mayoría del capital.
Es el segundo año que Endesa mantiene al abogado como consejero independiente y a la vez como asesor legal, sin que considere que haya ningún tipo de incompatibilidad. En este sentido, añade que la contratación afecta “al Despacho Roca Junyent y no individualmente al consejero”, una expresión textual de la que se interpreta que los honorarios no los recibió el abogado, sino la sociedad a la que, curiosamente, Miquel Roca da su nombre y de la que es presidente, amén de ser el mayor accionista.