Trabajadores de Trablisa ejercen de revisores para que nadie viaje gratis. La medida se acordó entre la dirección de Tussam y la plantilla.
"Buenas, soy de Trablisa". El escueto saludo sirve a un agente de esta empresa de seguridad privada para pedirle a una usuaria del Metrocentro que le muestre su tarjeta y a continuación compruebe, mediante una máquina de verificación, que ha usado uno de sus viajes para el trayecto que enlaza la Plaza Nueva con la parada de San Bernardo. Así lo hace con el resto de usuarios que, pasadas las 10:30, han tomado el tranvía en dicha dirección. Quien ha optado por el billete univiaje, le enseña el ticket, del que arranca un pequeño trozo. En esta ocasión nadie se ha subido al transporte público sin pagar.
Éste es el fin principal que persigue la incorporación de seguridad privada al servicio municipal de transporte. Se trata de una de las medidas aprobadas en la mesa de trabajo constituida por la dirección de Tussam y el comité de empresa para acabar con el fraude, que, según cifras de la empresa, conlleva que 1.500 personas se suban diariamente gratis al tranvía.
El Ayuntamiento niega que los agentes privados ya estén reforzando la tarea de los revisores en el Metrocentro. Fuentes municipales añaden que "se están estudiando distintas fórmulas" para el pago del referido servicio, "que aún no está en marcha". Sin embargo, este periódico comprobó cómo trabajadores de la empresa Trablisa ya están desarrollando esta labor. De hecho, a la hora de dirigirse a los pasajeros del tranvía lo hacen presentándose como personal de esta empresa de seguridad, una de las más importantes del sector. Varios usuarios de Twitter también han comentado los últimos días que agentes de Trablisa se han dirigido a ellos como revisores del Metrocentro. Algunos, incluso, han criticado que esta función se encomiende a empresas privadas y no se recurra a personal público para llevarla a cabo.
Los revisores no aparecen en todos los viajes. Entre las 10:30 y las 11:30 de este martes, sólo uno de Trablisa se subió en el trayecto entre Puerta de Jerez y San Bernardo, a las 10:35. Hasta las 11:30 ninguno lo hizo en las otras unidades que tomaron este trayecto ni en las que lo recorrieron a la inversa. Algunos usuarios, además, han desarrollado bastante picaresca, y cuando ven aparecer a algún revisor se bajan en la siguiente parada antes de que llegue a su asiento. Incluso hay quienes al verlo subir al tranvía esperan al próximo al ser conscientes de que no suelen ir en dos viajes seguidos. Aunque el Ayuntamiento niega que la seguridad privada ya esté trabajando en el Metrocentro, hasta los agentes de seguridad llevan en su uniforme el nombre de Trablisa, como se comprueba en la foto que acompaña a la información.
Lejos de generar un conflicto en la plantilla de Tussam, el presidente del comité de empresa, Fernando Sojo, explica que se alcanzó un acuerdo con la dirección para incorporar agentes privados por disponer de "una potestad sancionadora" de la que carece el personal de la empresa pública por su falta de experiencia en este desempeño. "Se trata de un refuerzo que consideramos oportuno, pues los empleados de Tussam dedicados a esta labor son muy escasos", añade Sojo, quien detalla que los agentes de Trablisa trabajan de 6:30 a 23:00 en dos turnos.
El refuerzo de la labor de los revisores con agentes de seguridad privados constituye una de las medidas para luchar contra el fraude en el Metrocentro. La mesa de trabajo de Tussam aprobó también la colocación de cerramientos en las paradas de la Plaza Nueva, el Prado y San Bernardo para controlar el acceso de las personas que se suben a este transporte público. Los técnicos han de estudiar ahora el diseño de estas instalaciones para que ocasionen el menor impacto visual posible, especialmente en la Plaza Nueva, donde la parada se encuentra a escasos metros de la Casa Consistorial.