Como especie migratoria que es, el atún no modificará su rumbo al sur en los próximos meses por mucho que los piratas se empeñen en acorralar a los barcos. Y los buques atuneros deben seguir su singladura para alcanzar los niveles de capturas exigidos. Por eso los tripulantes de estos pesqueros ven con "sorpresa y preocupación" que los bucaneros hayan ampliado horizontes y se desplacen a aguas cada vez más meridionales. Así lo aseguraba ayer el capitán del Txori Argi, propiedad de la armadora vasca Inpesca, en el que se encuentran varios gallegos, entre ellos el baionés Miguel Ángel Méndez como primer oficial. El máximo responsable del barco, que prefirió no dar su nombre, indicaba que el atunero deberá faenar en marzo en el canal de Mozambique, donde se produjo el secuestro del Vega V. "Tenemos que ser muy cautelosos porque ya no quedan zonas seguras", afirmaba.
Es cierto que hace un mes que no se producen avistamientos de esquifes donde se encuentran ahora los buques españoles, pero "eso no quiere decir nada porque secuestran mercantes o palangreros y los utilizan como nodriza", argumentaba.
En similares términos se expresaba ayer Antonio Costas, un vecino de Baiona a bordo del Alakrana, que sufrió en 2009 un secuestro de 52 días. El buque entraba ayer en Port Victoria (Seychelles) para descargar las capturas de una marea. Durante la faena los tripulantes no avistaron embarcaciones sospechosas, "pero en cualquier momento aparecen porque tienen cada vez más y mejores armas", relataba.
Faenan acompañados de vigilantes de seguridad, pero los tripulantes de los atuneros se sienten "desamparados" por los gobiernos. "Nosotros somos pescadores, no hacemos análisis políticos, pero da la impresión de que se está dando prioridad al tráfico de mercancías en el golfo de Adén, mientras que la actividad atunera no le importa a nadie. De Somalia parten buques nodriza a diario y no se hace nada", reivindicaba el capitán del Txori Argi.
Fuente: farodevigo.es