Así burlaron dos periodistas de la televisión francesa los controles de seguridad de París y Marsella con un arma desmontada en el equipaje
La televisión pública francesa emitió anoche un reportaje en el que dos periodistas burlan los sistemas de seguridad de los aeropuertos de París y Marsella al volar con una pistola en el equipaje de mano. La Dirección General de la Policía Nacional y las autoridades aeroportuarias indicaron que no podían ofrecer una reacción porque todavía no habían visto el programa.
El reportaje emitido por el espacio 'Envoyé Spécial', de la cadena France-2, se centró en las empresas de seguridad privada, encargadas de los controles de pasajeros en los aeropuertos franceses. Para ilustrar la permeabilidad del dispositivo, los autores recurrieron a un especialista del sector aeronáutico que les suministró una pistola semiautomática del calibre 9 milímetros.
El arma fue desmontada en varias partes que fueron colocadas en dos bolsos de mano diferentes con los que los periodistas se dirigieron a embarcar en un par de vuelos, ambos de Air-France, el pasado 8 de noviembre. A primera hora de la mañana tomaron en el aeropuerto parisiense Roissy-Charles de Gaulle un avión con destino a Niza y por la noche viajaron desde Marsella de regreso a la capital.
Los agentes de seguridad no detectaron el arma ninguna de las veces. Uno de los periodistas se filmó incluso con una cámara oculta montando el arma en los lavabos durante el vuelo de ida. «Colocamos los dos bolsos de mano en la máquina de rayos X y nos fueron devueltos sin que en ningún momento los agentes de seguridad que estaban ante las pantallas detectaran que contenían una pistola desmontada», explicó la periodista Linda Bendali, firmante del reportaje, en la emisora de radio France-Info.
La reportera subrayó que «algunos trozos metálicos, especialmente el cañón, dispararon una alarma en los dos viajes». «En la ida, el agente de seguridad, simplemente mandó volver a pasar el bolso por la máquina y, a la vuelta, lo registró sin ver nada». A su juicio, no se debió a una falta de atención sino a un desconocimiento de los objetos peligrosos «pues su formación no exige que los manipulen». «Muy pocos agentes de seguridad han manejado una pistola, la han desmontado y saben a qué se parece realmente», aseveró.
Agentes poco atentos
Los responsables del programa aseguraron que los periodistas no realizaron más tentativas y que, las dos únicas veces que intentaron tomar un avión con la pistola, lo consiguieron. Además resaltaron que el vuelo de Marsella, segunda metrópoli de Francia, despegó a las nueve de la noche, «un horario en el que hay menos gente y se supone que los agentes de seguridad están más atentos».
«El objetivo no es fanfarronear diciendo: 'miren, hemos logrado tomar el avión armados con una pistola del calibre 9 mm.'», declaró Valérie Montmartin, dirigente de la productora del reportaje. «No. El tema es mostrar las consecuencias de la privatización de la seguridad», añadió antes de afirmar que los agentes de Roissy solamente siguen «catorce días de formación y seis horas para aprender a detectar un arma». «Las empresas reclutan a personal no competentes en cuestiones de seguridad. Nuestra experiencia tuvo lugar el 8 de noviembre, diez días después de que Osama Ben Laden reiterara sus amenazas contra Francia», enfatizó.
El sindicato policial Alliance se mostró partidario de que los controles aeroportuarios sigan en manos privadas y la policía se concentre en otras misiones. «El verdadero debate es que hace falta un control del Estado que debe imponer un pliego de cargos exigente para evitar los disfuncionamientos», declaró su secretario general adjunto, Jean Claude Delage. «En Francia se paga a un agente de seguridad dos veces menos que en otros países europeos. Por ejemplo, en Suecia la tasa horaria para una misión de seguridad es de 25 euros y en Francia de 14», ejemplificó.
Para el sindicato Unité Police SGP-FO el documento demuestra el problema de la subcontratación de la seguridad a empresas privadas. «Algunas buscan ante todo el beneficio. No es vergonzoso, pero después no hay que sorprenderse de no tener una seguridad de alto nivel», opinó su secretario general, Nicolas Comte. «Es imperativo un control del Estado sobre los sistemas de filtrado y una auditoría sobre la seguridad en los aeropuertos», concluyó.
Fuente: elcomerciodigital.com