El sospechoso, un español de 50 años, sometía a pruebas a sus candidatos, algunas de índole sexual, por un puesto de trabajo ficticio
La Guardia Civil ha detenido en Crevillent a un español de 50 años que se hacía pasar por vigilante de seguridad y que ofrecía un puesto de trabajo, inexistente. Llegó a captar a cinco candidatos para dicho trabajo, los cuales debían superar un periodo de prueba, consistente en la vigilancia de un supermercado en horario nocturno. Es bajo este contexto, donde el detenido les instó a realizar otro tipo de pruebas para finalizar su formación, de carácter sexual.
A finales del pasado mes de julio, un hombre puso en conocimiento de la Guardia Civil de Crevillent una serie de abusos sexuales, de los cuales había sido víctima, por parte de otro hombre, un supuesto vigilante de seguridad, bajo el pretexto de realizarle una serie de pruebas para la obtención de un puesto de trabajo. El denunciante presentaba, además, una discapacidad psíquica del 40%, lo que agrava, aún más si cabe, la situación que denunciaba.
Los agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de dicha localidad iniciaron una investigación, la cual desveló toda una trama montada por un español de 50 años, vecino de esa misma población. Este hombre habría creado una empresa de seguridad ficticia, supuesta filial de otra más conocida, en la que contrataba a trabajadores de la localidad, en su mayoría con necesidad inmediata de trabajar, para realizar servicios de vigilancia en los exteriores de los supermercados de Crevillent, concretamente en horario nocturno.
Para convencer a estos candidatos a dicho trabajo inexistente, de que se unieran a su empresa, les ofrecía un sueldo que oscilaba entre los 1500 y los 1800 euros. Además, el autor se ganaba su confianza y credibilidad identificándose con una tarjeta con la inscripción "Ministerio del Interior, Dirección General de la Policía, Vigilante de Seguridad", alegando que él ya se encontraba trabajando para la empresa ficticia en cuestión y que poseía la titulación necesaria, prometiendo además el otorgamiento de uniformidad y material de defensa.
Una vez consiguió convencer a 5 personas para trabajar en la supuesta empresa, todos ellos hombres, españoles de entre 30 y 40 años, comenzaron a desempeñar las respectivas labores de vigilancia en los supermercados (si bien estos establecimientos desconocían dichas vigilancias nocturnas).
En ellas, los candidatos eran supervisados y dirigidos por el autor, en el desempeño de sus funciones, extendiéndose la realización de estos servicios de vigilancia durante todo el mes de julio, mes que, por supuesto, no cobraron, dejando de trabajar al mes siguiente, al no percibir salario alguno. Por otra parte, el ahora detenido les relató a los trabajadores, de manera individual que, para conseguir la titulación necesaria y, por ende, el trabajo, necesitarían superar una serie de pruebas que él mismo les pondría. Es en ese momento en el que el autor le solicitó a los empleados que se dejaran realizar tocamientos en sus partes íntimas, llegando a masturbar e intentar penetrar a uno de ellos, no consiguiendo su propósito con los cuatro candidatos restantes, a los que insistía incesantemente.
El detenido, a quien se le imputan los delitos de abuso sexual, el de falsificación de documento, el de usurpación de funciones y otro delito contra los derechos de los trabajadores, ya ha pasado a disposición judicial, quedando en libertad provisional con cargos.