Los propietarios aseguran que la calidad es la misma en Nochevieja que cualquier otro día
Los hosteleros afirman que no tienen constancia de cotillones que se vayan a celebrar sin la oportuna licencia
Nochevieja es sinónimo de celebración, alegría y, sobre todo, fiesta. Los locales hosteleros y de música llevan varios meses preparando la organización de la última noche del año, conscientes de que esta noche se consumen una gran cantidad de comida y, sobre todo, de bebida. Y ello conlleva la posibilidad de hacer una buena caja; una tentación que en otros años llevaba a algunos locales no especializados a realizar fiestas.
Pero en 2010, la Gerencia de Urbanismo no ha recibido ninguna solicitud para tramitar la licencia necesaria para este tipo de eventos. Esto significa o que todas las celebraciones que tengan lugar en la capital contarán con su permiso necesario porque son locales hosteleros o bien de música, que pueden abrir durante las horas permitidas en la ordenanza, o de lo contrario, habrá quien organice un fiestón sin las autorizaciones pertinentes.
Cabe recordar que en años anteriores había quien aprovechaba el tirón de los cotillones en Navidad y abría un espacio para la celebración de fiestas sin este tipo de licencia. Juan Sánchez, presidente de la asociación de empresarios de hostelería y turismo de Albacete (Apeht), explica que esa época ya ha pasado: «Años atrás sí hubo intentos de realizar macrofiestas en sitios que no se podía, pero este año no están las cosas para arriesgar».
Así, Apeht no tiene constancia de que se vaya a celebrar ningún cotillón o fiesta sin licencia, en parte por la difícil situación económica, pero también por el control policial de los locales, que se lleva a cabo también el mismo día 31 de diciembre.
Misma calidad
Otro de los mitos de la Nochevieja es que la calidad de las consumiciones se rebaja por el llamado 'garrafón'. Juan Sánchez desmiente rotundamente este hecho, ya que son «establecimientos que abren durante todo el año. Se harán cosas más o menos austeras, pero la imagen de ese local queda grabada en el cliente si se hace un abuso así. En la calidad está el prestigio».
Isidro, gerente de la sala Baobá, también incide en este punto: «Esto no es una caseta de Feria, que desmonta y se va a otro sitio. La calidad es la misma por la sencilla razón de que estamos aquí todo el año».
El precio y el número de consumiciones son las dos claves para elegir el sitio donde se pasará la Nochevieja. Para intentar captar el máximo de clientes posibles, la sala Baobá ha optado por ofrecer dos tipos de entrada: una de 55 euros, que incluye barra libre; mientras que otra por 20 euros con dos copas.
Ambas entradas permiten el acceso a las tres salas de la discoteca e incluye, como es natural, la bolsa de cotillón. Isidro explica que la venta va «un poco más floja» que el año pasado y que espera igualar las ventas, cuando se vendieron unas 1.000 entradas, a pesar de que se ha encarecido el precio.
Todo incluido
Para olvidarse de las preocupaciones por la cocina en este día especial, los hoteles reservan una gran noche para el 31 de diciembre, con paquetes de cena, fiesta de cotillón y habitación en ofertas por paquetes.
En el hotel Los Llanos ya tienen todo preparado para esta noche, incluyendo el menú de la cena, que incluye marisco.
Se trata de una de las ventajas de esta opción: como el precio ya está estipulado una vez que el cliente compra el paquete, no recae en el bolsillo del consumidor: «Los alimentos son frescos, comprados dos días antes de la cena. En esas fechas suele subir el precio, pero nosotros no lo subimos, ni del marisco», explica Salvador Sánchez.
Aunque hay otras posibilidades, como la que ofrece Posada Real, un clásico. 75 euros por persona.
Fuente: laverdad.es